Katy Perry no para de reírse. Estamos sentadas en el sillón de cuero de un estudio de fotos de Hollywood, donde ella posará en breve para la tapa de Cosmo. Todavía tiene el pelo húmedo, atado con un rodete, y le brillan los ojos cuando nos cuenta cómo es la vida junto a su marido, el comediante británico Russell Brand, ex adicto a la heroína y al sexo.

"Compartimos la adrenalina, la pasión y las tonterías", dice la estrella de 26 años, y lo grafica rápidamente con un ejemplo perfecto. "Al principio de nuestra relación, viajábamos todo el tiempo. Una vez, regresando en avión desde Tailandia, los asientos tenían unos cablecitos movibles con luz en el extremo, que se usan para leer, entonces le dije a Russell que eran serpientes futuristas y las empezamos a enroscar en nuestros cuerpos. Nos reímos como locos simulando un ataque alienígena... Realmente una pavada. Unos días más tarde, nos encontramos en París y Russell me regaló un paquete con una carta que decía: ?Esto es para vos, porque sos mi futuro?. El regalo era una luz de lectura curvada ¡que era como una serpiente del futuro!".

Mientras relata la anécdota, se ríe enamorada y me aprieta la pierna con sus dedos para que la siga. Si no estuviese 100% segura de que su copa está llena de agua, sospecharía que está tomando vodka. Esta escena extraña refleja a Katy y no hay dudas de que está borracha de alegría. Su segundo CD, Teenage Dream, se ubicó en el puesto número uno en agosto pasado en Estados Unidos y vendió 14.000 copias en Argentina, gracias a dos singles que estuvieron en boca de todos: "California Gurls" fue la canción del verano pasado en Estados Unidos, y el tema que titula el disco es una canción irresistible y pegadiza que ella compuso especialmente para Russell.

Su primer CD lanzado en 2008, One Of The Boys, fue disco de platino (vendió 17.000 copias en Argentina) e instaló en el mercado tres singles que se ubicaron en el top ten de todas las radios. En medio de tanto éxito, Katy se casó con Brand después de un alocado romance que incluyó mensajes de humo desde un avión y elefantes (y muchas cosas más con el correr del tiempo). Realmente, ¿quién no quisiera a Katy como esposa? Es la auténtica versión de la Chica Cosmo: divertida, audaz e infinitamente interesante. "Era obvio que iba a ser exitosa", dice su amiga de la infancia, la actriz Shannon Woodward (de Raising Hope y The Riches). "Katy siempre fue muy talentosa y podía llamar la atención en cualquier lado, incluso antes de que fuera famosa. Atrapa a la gente", agrega.

Más allá de que la vida de esta estrella haya sido intensa, lo cierto es que hoy en día, todo en su mundo irradia luz. Más grande, luminosa y audaz Katy tomó algunas decisiones valientes en los últimos años. Por ejemplo, las letras de las canciones de su nuevo disco son mucho más profundas que las de su primer álbum. "Este CD es como la caja negra de un avión", dice. "Allí está toda mi información. Si querés saber qué me pasó últimamente o cuáles son mis puntos de vista, las respuestas están en mis canciones. Escribir un tema musical es como liberar mi pecho de preocupaciones o alegrías". En el disco podemos escuchar "Circle the Drain", inspirada en la canción "You Oughta Know", de Alanis Morissette, que habla de un ex; y "Peacock", un tema musical referido indirectamente a los penes. "Ese es un ejemplo perfecto de mi extremo sentido del humor", confiesa.

Y, por supuesto, también hay canciones de amor. En el tema que titula el nuevo álbum, ella canta: "Creés que soy linda sin maquillaje". Le preguntamos si está refiriéndose a Russell. "Sí, esa línea nace de nuestra relación", dice. "Él me dice que soy la chica más linda del mundo todos los días. Siempre me lo recuerda. Nunca deja que lo olvide".

Su estilo fashion también tiene el sello de chica atrevida y al límite. Katy usaba prendas retro cuando promocinó su primer álbum. Ahora, se lookea con un estilo tan escandaloso como sexy, con vestidos luminosos con baterías LED o con prendas como el corpiño con dos ametralladoras que lució en el video del tema "California Gurls". ¿La primera vez que le dijo a Russell que lo amaba? "Se lo confesé a través de un ensaje de humo desde un avión", comenta divertida. "Él todavía no me había dicho que me amaba, pero me arriesgué a dar el primer paso porque lo sentía. Entonces alquilé un avión on-line. Esa mañana despertamos juntos, él estaba muy cariñoso, pero no le retribuí los halagos porque quería reservarme para ese momento. Entonces caminamos hacia el balcón de su casa y le dije: ?Mirá hacia el cielo?". Más allá de su espíritu teatral, creemos que su relación apasionada con Russell es completamente real. "Él es muy romántico", afirma. "Los dos somos muy soñadores. Desde que empezamos a salir le rogué telepáticamente que me pidiera matrimonio. Y ya en las primeras citas a cenar supe que iba a ser alguien que haría cosas extraordinarias, y quería estar a su lado cuando eso ocurriera".

"Ella es una romántica incurable", dice su gran amiga, la cantante country Taylor Swift. "Pero también es inteligente en el amor. Me da la impresión de que no es la clase de mujer que puede llegar a cambiar su personalidad para caerle bien a un hombre. Con Russell forman la pareja perfecta. Los dos son divertidos, valientes y fascinantes".

Y, cómo no decirlo: entre ellos tienen una química super hot. Las fotos en las que están juntos prácticamente sacan humo. Cuando le pedimos a Katy que comparta algunos secretos sexuales, ella jura que la clave está en la lencería de Agent Provocateur y de Kiki de Montparnasse. "No uso demasiada ropa en la cama. Me gusta estar fresca", dice. Basándonos en lo que sabemos de Russell, como por ejemplo que salió a correr por Nueva York en calzones mientras filmaba Arturo el millonario irresistible (que se estrena este mes en Argentina), su ropa interior debe ser igual de creativa, o al menos debe tener adornos.

Si te interesa conocer sobre la vida de él, su historia personal fue documentada en sus memorias, My Booky Wook, en las que confiesa su adicción al sexo (que incluía dormir con prostitutas), el abuso de drogas y el haber podido lograr un estado de sobriedad durante siete años. Cuando se conocieron, Katy no había leído ese libro.

"No sabía nada sobre su pasado", dice. "Empecé a leer el libro pero lo abandoné porque sentía que no podía comer ni dormir junto a él... ¡Yo quería experimentar personalmente quién era él, no que me lo contara un libro!". Le preguntamos si ella tuvo que ver en la recuperación de Russell, y mueve su cabeza hacia los costados. "Todo el mundo me pregunta, ?¿cómo lograste domesticarlo?? No se trata de domesticación, sino de tiempo. Él ya estaba listo para sentar cabeza, y yo también".

Su pedicura termina el trabajo y Katy comienza a prepararse para las fotos. Pero antes dice: "Estoy aprendiendo que la calidad es mejor que la cantidad. Antes decía a todo que sí porque pensaba ?¿volveré a tener esta oportunidad??. Ahora trato de hacer un balance. Ya no me involucro en actividades irreflexivas que consumen mi tiempo. Hay otras cosas más importantes en este mundo. Por eso creo que Russell y yo funcionamos: ambos queremos hacer, juntos, algo grandioso".