Ver interactuar a los protagonistas de Los únicos (lunes a jueves a las 21:30, por Canal 13) cuando las cámaras están apagadas es tan divertido como mirar un capítulo por tevé. Lo comprobé cuando Griselda me citó durante un break de las grabaciones de exteriores en el motorhome de Pol-ka. Mientras almuerza un yogur con cereales y se prepara para la charla con Cosmo, entra Nicolás Cabré y se sienta a escuchar el reportaje. "¿Preparo unos mates?", dice él muy relajado. "No, gracias, no te vas a quedar acá...", insinúa ella un poco tensa. "¿Por qué querés que me vaya?", replica Cabré. Y como si estuviesen grabando una escena, ella se tapa los ojos y, sonrojada, le empieza a repetir: "Es que me inhibís, me inhibís. Después me cargás con las cosas que digo", afirma tras soltar una carcajada. Entonces Cabré se retira para volver hacia el final de la charla con el fin de curiosear lo que Griselda le contesta a Cosmo.
Queda claro que en este elenco, además de las grandes figuras, predomina la buena onda. "Actuar con Nico y con Mariano (Martínez) es muy divertido. Cada vez que terminamos una toma los productores no pueden creer porque no podamos parar de reírnos", dice ella, quien en Los únicos personifica a María Soledad Marini, una agente que lucha por el bien de la humanidad y que se destaca por poseer como don especial una fuerza descomunal.
Durante las grabaciones en Parque Patricios, Griselda repite sin chistar las tomas que salen mal, saluda a los vecinos que se acercan a pispear y chequea su look en el reflejo de la ventana de un auto. Entre los 20 técnicos que merodean el lugar, Griselda es una más, no destila aires de grandeza ni privilegios por ser la novia del jefe, el productor Adrián Suar, con quien sale desde hace tres años y con quien convive desde hace unos meses.
"Trabajé más de diez años en el teatro under antes de estar en Pol-ka, no surgí de un día para el otro. Por eso, los colegas que me conocen saben que jamás obtuve un papel por estar con Adrián. En esta carrera nadie te regala nada. Ojo, miradas de envidia hay siempre, sobre todo cuando tenés un lindo lugar en tu profesión, pero la verdad es que no me afecta el ?qué dirán?. Además soy muy responsable y obsesiva con el trabajo, los fines de semana me la paso estudiando la letra porque no me gusta venir a robar, me pongo la camiseta del programa para llevarlo adelante", dice sin pelos en la lengua, recordándonos su paso por Sin Código, Patito Feo y Locas de Amor. Aquí, nuestra chica de tapa nos cuenta cómo vive este exitoso momento.
COSMO: Sos íntima amiga de Carla Peterson. ¿Afectó tu amistad el hecho de competir en ficciones que se emiten en el mismo horario?
GRISELDA: No, para nada. Es más, siempre comentamos sobre lo buenas que están nuestras tiras. También charlamos de la vida, sobre hombres y de todo lo que hablan las amigas. Para nosotras es un orgullo haber alcanzado protagónicos después de haberla remado tanto en nuestras carreras y de dedicarle Griselda y todo al trabajo.
C: Tu tiempo de ocio implica...
G: Dormir hasta el mediodía los fines de semana, cenar con amigas, compartir mates con Adrián (aunque él prefiere el café), mirar películas y estar con mis hermanos. Soy la segunda de seis y tenemos una relación muy linda: ellos me contienen y me escuchan cuando necesito una opinión. Todos estudiaron carreras humanísticas, pero solo Leticia, que tiene 18 y es la más chica, sigue mis pasos en la actuación. Como crecí en una familia numerosa, mi tiempo de ocio también implica estar sola, relajada y con la mente en blanco.
C: ¿Cuánto te obsesiona tu imagen?
G: A pesar de ser famosa, te diría que poco, soy muy tranquila. Como hice la Escuela Nacional de Danzas, sé muchísimo sobre alimentación, aunque me resulta imposible cumplir con una dieta rigurosa. Me gusta comer y no me privo de tomar un helado o de disfrutar de un asado los fines de semana. Además, soy muy dulcera y después de cenar siempre necesito un postrecito. Lo que cumplo a rajatabla para cuidarme son mis clases de ashtanga yoga.
C: ¿Te molesta que te critiquen el look cuando te sorprenden los paparazzi?
G: No, a veces voy a hacer las compras en pijama, saco y anteojos, y no me importa nada. Mi filosofía es que prefiero que haya fotos mías mal vestida y con los pelos parados, antes que vivir obsesionada con la imagen por si me sorprende un paparazzo. Sí me produzco para eventos laborales, pero si en mis vacaciones me sacan una foto con la ropa rota o con la bikini metida en la cola, no es mi problema. Estar posando las 24 horas me da miedo porque pienso: ¿hasta qué punto soy auténtica? Por eso, cuando veo fotos de grandes actrices sin producise, me siento identificada.
C: ¿Cuál es tu gran arma de seducción?
G: Pienso que no es algo físico, sino la manera de expresarme. La belleza tiene que ver con la energía de las personas y no con algo externo. Atraigo más cuando estoy en movimiento que cuando estoy estática en una foto de revista. De hecho, a veces la gente me para en la calle y me dice que soy más linda personalmente. A mí me pasa eso con algunos actores que veo en revistas, después los cruzo personalmente y pienso: "mirá qué lindo que era y no daba ni dos mangos" (risas).
C: ¿Te pasó eso cuando conociste a Adrián?
G: (Risas) No, Adrián me pareció divino desde un primer momento porque tiene una personalidad encantadora. Igual, apenas lo conocí lo miré con ojos de colega porque yo estaba saliendo con otra persona. Él me había ido a ver al teatro cuando actuaba en Revista nacional y me ofreció hacer un casting para Sin código, donde terminamos trabajando juntos, pero fue recién cuando protagonicé Patito feo que nos empezamos a mirar de otra manera.
C: ¿Cómo hiciste para conquistar a un seductor serial como Adrián, que era uno de los grandes solteros codiciados?
G: Se dio por el momento de la vida en el que estábamos. Pienso que cuando uno picotea mucho llega un momento en que quiere una relación más estable, y Adrián se enamoró. Yo soy muy noviera, pero cuando empezamos a salir pensé "¡En qué lío me estoy metiendo!", porque yo tengo un perfil muy bajo y él era "Adrián Suar". Después no pude negar lo que sentía y me jugué por la relación. Está bueno cuando uno se permite ser feliz.
C: Ahora que conviven, a la hora de la cena, ¿hablan de tevé, del rating, de la competencia...?
G: Sí, es inevitable. Vemos las ficciones y hablamos de trabajo, pero también conversamos sobre la vida, somos muy charletas y podemos estar horas hablando. No somos fiesteros y aprovechamos ese momento de la noche para estar juntos. Si tenemos más tiempo, nos encanta viajar.
C: ¿Qué te gustaría que mejorara en la convivencia?
G: Absolutamente nada. De hecho, yo soy la más complicada para convivir porque dejo todo tirado y desordenado, mientras que él es más prolijo y paciente. Pero bueno, como punto a favor diría que yo soy la alegría del hogar (risas).
C: Protagonizás una tira exitosa y estás superenamorada. ¿Este es tu gran año?
G: Absolutamente. Estoy viviendo un momento muy feliz. Quisiera hacer más teatro porque es lo mío, pero con el ritmo intenso de la tele me resulta imposible. En lo personal, no fantaseo con el casamiento, aunque me gustaría tener hijos. Igual, no soy como esas mujeres que dicen "dentro de dos años quiero tener un bebé". Voy a esperar a que se dé naturalmente porque, cualquiera sea el momento en que llegue, será una sorpresa muy linda.
ROPA: REMERA AZUL Y SHORT DE PAULA CAHEN D?ANVERS; AROS DE ISADORA; PULSERA DE AYRES; FALDA DE PAULA CAHEN D?ANVERS; MUSCULOSA DE MARÍA ALLÔ Y BRAZALETE DE EL CAMARÍN. AGRADECIMIENTO: WWW.LUXURTYCOLLECTION.COM/PARKTOWER
