El orgasmo es una de las experiencias físicas más intensas. Ya sea que provenga del clítoris o de tu Punto G, esa sensación de hormigueo te lleva al Cielo. Imaginate si pudieras sentirlo en todo el cuerpo y no solo en un punto en particular. Te parece demasiado bueno para ser verdad, ¿no? Sin embargo, los responsables de una investigación reciente publicada en la revista Archives of Sexual Behaviour (Archivos de comportamiento sexual) aseguran que es posible. Las mujeres que participaron de este estudio describieron esa sensación como una ola que atravesó sus cuerpos. Lo mejor: podés experimentarla cuando quieras.
1 Poné tu mente en modo hot
Si querés alcanzar un Mega O, empezá por usar la cabeza. Cerrá los ojos y pensá en lo que sentís cuando estás muy excitada (sí, hablamos de ese cosquilleo intenso). Ahora, imaginá que recorre todo tu cuerpo, incluso esas áreas que no son puntos calientes, como la parte de atrás de las rodillas o el interior del codo. "Esa fantasía puede generar una respuesta física de excitación y propiciar el clímax más rápidamente", asegura la ginecóloga y sexóloga Elsa Astolfi, del Hospital Italiano. Está comprobado que si imaginás una sensación, podés vivirla. Otra táctica: fantaseá con que ese cosquilleo hot arranca en tu pecho y baja hasta la punta de los dedos de las manos y de los pies. Esto predispone todo tu cuerpo al placer.
2 Que te toque... Hasta ahí
Decile a tu chico que mantenga sus manos (y su lengua) alejadas de tus áreas más Sensibles durante la previa: así va a estar obligado a explorar otras zonas de tu cuerpo. "Esto estimulará las terminaciones nerviosas en distintas regiones. En el momento del clímax, vas a experimentar una sensación eléctrica en todo el cuerpo", explica la sexóloga Carole Altman, autora del libro Electrify Your Sex Life (Electrificá tu vida sexual).
3 Apretá el acelerador
Cuando todo tu cuerpo se encuentre en modo clímax, solo tenés que dar el último paso. Mientras tu chico te penetra, apretá tus Músculos pubococcígeos (los que usás para detener el flujo de orina). Contraelos y mantenelos tensos alrededor de su pene durante unos segundos: vas a sentir un cosquilleo en tu vagina que sube hacia la parte baja de tu abdomen. Seguí haciéndolo hasta que estés por alcanzar el clímax. "Con esta movida, tu cuerpo acumula una tensión que, liberada, intensifica cualquier otra sensación", afirma Altman. Cuando te dejes ir, vas a tener un orgasmo explosivo.
