Éxtasis garantizado

Fotos: Cosmopolitan
Éxtasis garantizado
No, no se trata del Misionero, sino de una variante que (sí o sí) te hace conocer el placer supremo. Un plus: permite que logres una conexión única con tu hombre.
Publicado el 14/09/11 por Jessica Knoll con aportes de Jorgelina Zamudio.

El dato impacta: una de cada tres argentinas se resignó a no tener orgasmos. Esto es lo que revela un estudio realizado por el Servicio de Disfunciones Sexuales del Hospital Durand. En la mayoría de los casos, los trastornos orgánicos o emocionales son los responsables de la situación. La buena noticia es que tienen solución, y muchas veces es más simple de lo que imaginás.

Como primera medida, los especialistas aconsejan renovar el repertorio erótico. No se trata de intentar poses dignas de acróbatas, sino de algo más simple: una variante del clásico Misionero llamada CAT (esta sigla responde a su denominación original, Coital Alignment Technique, que significa "Técnica de Alineamiento Coital"). Es probable que hayas oído hablar de ella, porque se hizo conocida en 1988 (cuando Madonna todavía no tenía acento británico y quizá vos ni siquiera habías nacido). En aquel momento, un grupo de sexólogos se preguntaba cómo hacer para que una pose tan convencional como el Misionero sea más efectiva para lograr el clímax.

"Admitamos que el nombre de esta última posición no suena muy prometedor. Los aborígenes de Samoala llamaron así porque, cuando fueron colonizados, los religiosos les inculcaron que solo podían hacer el amor si el hombre se ubicaba arriba de la mujer. Su variante, el CAT, tiene muchas ventajas, si se la adopta correctamente", dice el sexólogo clínico Adrián Sapetti, titular de www.sexovida.com.ar y autor del libro Confesiones íntimas. Te contamos todo lo que tenés que saber sobre esta técnica pro-placer.

Por qué te hace perder la cabeza

 ¿Cuál es la diferencia con el Misionero? Según la sexóloga Carolina Villalba, aparentemente las modificaciones son pequeñas. "En el CAT el hombre se ubica unos centímetros más arriba: su hueso púbico tiene que presionar tu clítoris. Además, el movimiento de ambos es mucho más lento. Estas variantes alcanzan para asegurarle a la mujer la clase de estímulos que necesita para lograr el clímax y hacerlo más intenso", explica la sexóloga. Esta técnica permite una gran fricción entre la base de su pene y tu botoncito, combinado con un ritmo de penetración más acompasado y al unísono (en vez de las embestidas rápidas y furiosas de él, los dos deben moverse juntos, en una suerte de balanceo). En el Misionero, en cambio, el foco está puesto en la penetración y en el típico "adentroafuera". El CAT proporciona un frote intenso y casi externo. Esta pose genera una conexión más profunda: los hace sentir más cercanos (física y emocionalmente), ya que pueden mirarse a los ojos, besarse y acariciarse durante la penetración.

¿Lista para más orgasmos?

Y, ahora, lo fundamental: para que el CAT realmente funcione, es esencial que te ubiques de manera que la pelvis de tu chico impacte en tu clítoris. Una vez que él esté dentro de vos (tenés que estar acostada boca arriba), deberá desplazarse hacia delante, para que su pecho quede a la altura de tus hombros. De esta manera, la base de su mástil va a presionar tu botoncito. "Otra clave de esta técnica es la clase de movimiento que se emplea: tiene que ser mucho más lento, amplio y circular", explica Villalba. Él puede hacer ochos con su pelvis o permanecer quieto mientras vos te movés. "La fricción es fundamental: cuanto más contacto y roce haya, mayores serán las chances de tener un orgasmo", agrega Sapetti. Para intensificar la frotación, dirigí tu pelvis hacia arriba (como si quisieras tocar con ella el techo del cuarto). Muchas mujeres prefieren mantener las piernas estiradas o enroscadas alrededor de los tobillos de él, en vez de abrazar con ellas a su hombre. Pero como cada una tiene gustos y particularidades físicas diferentes, lo mejor es que pruebes todas las variantes para descubrir qué es lo que funciona mejor en tu caso. 

Variantes extra hot

Una vez que ya domines las cuestiones más básicas del CAT, podés poner en práctica esos detalles que van a convertirla en "la" pose. Si te gustan las experiencias profundas, acomodá algunas almohadas debajo de tu cola, para ganar altura: esta movida tan simple funciona como un pasaje de ida al éxtasis. Otro imperdible es el CAT sentado: apilá varios almohadones en el medio de la cama y pedile a él que se siente sobre ellos, extendiendo sus piernas hacia delante. Acomodate en su regazo (deben quedar frente a frente) de modo tal que los pechos de ambos estén a la misma altura. Ahora, envolvelo con tus piernas mientras te penetra y mové tus caderas, para que tu clítoris se frote contra su pelvis. "En estos casos se recomienda usar un buen lubricante, para que la fricción no sea dolorosa", recomienda el sexólogo.

Otra versión que te conviene experimentar: tu chico debe acostarse boca arriba, vos te montás sobre él y, en vez de ubicarte a 90 grados, te inclinás y apoyás tu pecho sobre su torso. "Mientras ella se desliza hacia arriba, él puede hacer presión con la base del pene", explica la sexóloga. Vas a controlar el movimiento, la intensidad y el ritmo. ¿Querés potenciar el placer? Extendé las piernas, manteniéndolas juntas.

Lo mejor del CAT es que hay muchas maneras de experimentarlo y de adaptarlo, según la preferencia de cada pareja, y siempre habrá alguna ideal para vos. Así que ni lo dudes: decile a tu chico que reserve un par de noches libres la semana que viene, porque vas a necesitarlo como conejillo de India (en versión erótica). Creenos: él no va a negarse.

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