“Magro”, “Sin celulitis”, “Flexible”: son las palabras que nos gustaría usar para describirnos todo el tiempo, especialmente cuando estamos en traje de baño o desnudas frente a otra persona. Esta rutina simple de Lauren Roxburgh, autora de Taller, Slimmer, Younger (Más alta, flaca y joven), utiliza un rodillo de goma espuma y va a ayudarte a lograr esos resultados que tanto deseás. “El estrés puede causar que nuestro tejido conjuntivo se seque como una esponja. Este rodillo de goma espuma va a aumentar tu flujo sanguíneo (sería como agregarle agua a esta esponja), haciéndolo más flexible”, dice Roxburgh (quien está en la foto), una experta en tejidos corporales. Unas buenas piernas y caderas ágiles van a hacer que seas menos propensa a lesionarte en las posiciones más audaces (como las que intentás siguiendo el Kamasutra). Además, el cilindro ayuda a que tus articulaciones se aflojen para que puedas moverte de una forma más sensual. Realizá estos movimientos un par de veces por semana y vas a ver la diferencia (y tu pareja, también).
1. Levantamientos de costado
Recostate sobre tu lado derecho, con la pierna derecha extendida y la izquierda flexionada por delante de la otra. Apoyate sobre tu brazo derecho. Levantá las caderas y deslizá el cilindro debajo, perpendicular al cuerpo. Inhalá y llevá la cadera hacia el codo, así el rodillo se mueve diez centímetros debajo de tu pierna. Exhalá y volvé marcha atrás. Repetí del lado opuesto.
Ayudá a tus caderas: Vas a ver que con este rol vas a estar más elongada (y, por lo tanto, vas a lucir más delgada). El cilindro te ayuda a descomprimir las articulaciones de la cadera y permite que tus piernas se estiren al máximo. Roxburgh asegura que es un centímetro más alta desde que utiliza esta técnica.
2. Vas a ser una diosa
Acostate boca abajo con las piernas más abiertas que el ancho de tus caderas y las manos debajo de tus hombros. Levantá el pecho, como haciendo la plancha, y deslizá el cilindro hacia tus piernas, justo debajo de tus rodillas. Flexioná las piernas y juntá los pies. Inhalá llevando el peso hacia atrás para que el cilindro ruede hacia adelante, hasta la pelvis.
Elongador de piernas: Si amás los ejercicios de cardio, esto es para vos. “Cargamos un montón de tensión en los tendones, especialmente los corredores y los ciclistas”, explica Roxburgh. Esa tensión causa que tus caderas se ensanchen, al igual que si estás sentada todo el día. Este movimiento hace que se aflojen sus caderas y que te puedas mover mejor.
3. El cuatro
Poné el cilindro perpendicular a tu cuerpo. Llevá el brazo izquierdo hacia atrás con la palma hacia abajo y los dedos estirados hacia afuera. Doblá la rodilla izquierda y cruzá el tobillo de ese lado sobre la pierna derecha. Dejá caer tu peso sobre tu cadera izquierda y realizá pequeños círculos con la cadera. Repetí del otro lado.
Upgrade a la pose de jineta: Este ejercicio es particularmente útil para probar algunos movimientos nuevos en la cama. Roxburgh señala que el rodillo te permite lograr más rotación en los tendones y ayuda a aflojar la tensión de la zona inferior de la espalda (genial si querés buscar tu punto G durante la pose sexual de la jineta o “chica arriba”).
4. Muslos
Sentate con las piernas extendidas.Estirá los brazos hacia atrás, con las palmas hacia abajo y los dedos de las manos estirados. Girá el rollo (situado perpendicular al cuerpo) bajo tus piernas, hasta tus rodillas. Inhalá, llevando el peso hacia las pantorrillas para que el rol se mueva hacia arriba, bajo tus piernas, justo antes de la cola. Exahalá y repetí.
Reduce la celulitis: Este ejercicio puede ayudar a tensar la piel. “La celulitis es grasa acumulada en tu tejido conectivo”, explica Roxburgh. Hacer este movimiento “ayuda a restructurar el tejido conectivo para hacer la celulitis menos notoria”. Esto no está respaldado por un estudio científico, sino por el testimonio de las mujeres que siguieron la técnica de Roxburgh.
5. Muslo interno
Acostate boca abajo con las piernas extendidas y los tobillos doblados hacia delante y apoyate sobre los antebrazos. Situá el rodillo paralelo a tu cuerpo en tu lado izquierdo, para que el cilindro se mueva por tu muslo izquierdo flexionado hacia la zona púbica. Exhalá, volvé a tu lugar y repetí con la otra pierna.
Equilibrio sexy: El principal objetivo de este movimiento es aumentar la flexibilidad de tu pelvis pero, además, agrega el beneficio de tener mejores abdominales. Es por eso que fomentamos las planchas todo el tiempo. Un cuerpo poderoso es igual a fuerza + resistencia.
6. Sacro
Acostate boca arriba y deslizá el rodillo debajo de la parte baja de tu espalda, justo debajo de tu coxis, perpendicular a tu cuerpo. Sujetá cada extremo para sostenerte, doblá las rodillas y levantá las caderas. Inhalá, llevando las rodillas hacia la derecha. Volvé al medio, exhalá, dobla las rodillas a la izquierda.
Aumenta tu energía: Este movimiento es genial para la parte baja de tu espalda y para tus intestinos: “Rotar la pelvis favorece la digestión”, aclara Roxburgh. Además, al levantar tu cola y tus caderas, llevás sangre a tu corazón (por ende, oxígeno) y a tu cerebro, explica. Eso va a ayudar a que tu piel se vea joven y divina.
Movimiento bonus: ¡Kegels!
“Terminá este ejercicio que le da un upgrade a tu sexo con algunos movimientos sensuales”, dice Roxburgh. Después de algunas vueltas, sentate con las piernas cruzadas alrededor de tu rodillo y cerrá los ojos. Sin usar los glúteos o los abdominales, contraé los músculos que evitan que te hagas pis. Aflojá. Repetí diez veces.




















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