Tal vez no tengas  tiempo para coser ese botón que está flojo o no sepas cómo sacar de tu blusa una mancha de vino tinto. ¿Y ahora? Obviamente, Cosmo llega en tu auxilio. Chequeá estos secretos y poné en práctica nuestras recomendaciones.

1- Quitá esa marca de labial. Rociala con spray fijador para pelo (sí, leíste bien). Dejá que actúe unos minutos, frotá la mancha y lavá.

2- Reviví el cuero. Si no tenés pomada de zapatos o preferís no usarla porque temés que, si lustras una cartera con pomada, luego te manche la ropa con el roce, usá crema hidratante para el cuerpo o para manos. Simplemente, frotá el cuero con la crema y luego sacá brillo con un paño.

3- Evitá que tu suéter pierda pelo. Hay lanas, como la de angora, que te llenan de pelitos el resto de los tejidos. Facil: antes de usar esa prenda peluda, metela en el freezer dentro de una bolsa por un rato bien largo.

4- Eliminá una mancha de vino tinto. ¿Con qué? ¡Con vino blanco! Embebé en vino blanco la parte de la tela que tenga la mancha, dejá actuar unos segundos, frotá suavemente y lavá con jabón para ropa.

5- Desodorizá las zapas. Después de entrenar, espolvoreá el interior de tus zapatillas con bicarbonato de soda para eliminar el olor y la humedad. Dejalo unas horas.

6- Chau mancha de base de maquillaje. Típico: te sacaste o te pusiste una remera y manchaste el cuello con base o te cayó una gota de makeup en la ropa  cuando te maquillabas. No hay drama: poné espuma de afeitar sobre la mancha, como si fuera un producto para prelavado. Obvio, después lavá la prenda.

7- Salvá el botón flojo. No tenés hilo, o tiempo, o idea de cómo coser un botón. Poné una gota de esmalte para uñas incoloro (tipo calcio) sobre el botón, para que el hilo quede adherido. Y luego, cuando puedas, coselo como corresponde.

8- Dale brillo al charol. Un paño con un poco de líquido limpiavidrios y voilà! Zapatos o cartera de charol relucientes.

9- Destrabá ese cierre. Aplicá un poco de vaselina en los dientes del cierre y vas a poder subirlo y bajarlo con facilidad.

10- Poné la gamuza a nuevo. Si está manchada o, simplemente, deslucida, pasele una lija fina. ¿No tenés lija? Si la superficie de gamuza no es muy grande, podés rasparla con una lima de uñas.