Hace algunos años, comenzó a sonar el término influencer. Se trata de una persona que, por su carisma o estilo propio es capaz de mover a otras personas (de ‘influir’ en ellos) desde sus redes sociales como promotor de un producto. Y esto sucede en todas partes del mundo, sobre todo desde el boom de Instagram.
Las marcas buscan a estos influencer según el perfil de público al que quieren llegar y a cambio de dinero, prendas o servicios suben a sus cuentas una llamada ‘colaboración’ que en realidad son posts 100 por ciento publicitarios. Lo que parece una recomendación personal, no es más que publicidad encubierta.
Pero parece que ya no todo será tan fácil. El máximo organismo regulador de la publicidad en Estados Unidos, la Federal Trade Comission (FTC) le exigirá a esos bloggers que identifiquen de forma clara esos posts promocionados, ya sea con el hashtag #ad, #sponsored o #advertisement. Lo mismo sucede en otros países como Australia, el Reino Unido o Canadá. En España hay una legislación al respecto, que obliga a identificar las comunicaciones comerciales realizadas por vía electrónica, así como en nombre de quién o qué se realizan. ¿Cuál es la multa para los que no lo cumplan? 30 mil euros.
Kendall Jenner ya está haciendo la tarea y agregando #ad a sus publicaciones para identificar cuándo se trata de publicidad. El resto, ¿se sumará?




















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