El cáncer de piel quizá sea una de las formas a las que menos alerta se esté cuando de la enfermedad se habla. La tanorexia o adicción al bronceado, es el término usado a menudo para describir una condición en la cual una persona genera una necesidad obsesiva para lograr un tono de piel más oscuro, ya sea tomando el sol al aire libre o en cabinas de rayos UV, que nunca alcanzará, al creer que tiene un tono más claro que el real.
“En 2013 fueron diagnosticados unos 77.000 casos nuevos de melanoma en Estados Unidos, un cáncer cutáneo muy agresivo, causado, en la mayoría de los casos, por exposición a las radiaciones ultravioletas” comenta la doctora. Laura Mijelshon, dermatóloga y directora del Centro Piel y Estética.
Un estudio publicado en Marzo de 2014 en la Revista de la Academia Americana de Dermatología, en el que participaron más de 500 estudiantes universitarios muy tomadores de sol, mostró que más del 30% de los encuestados tenían dependencia al bronceado y que el 12% presentaba signos de dependencia problemática al bronceado.
Ambas clases de bronceado, se vinculaban significativamente con elementos de tipo obsesivo-compulsivo y con distorsión de la imagen corporal (dismorfofobia). En ciertos casos, la dependencia al bronceado se asociaba con peligroso abuso de alcohol, y/o drogas y/o cigarrillo.
Por eso es que, además, es fundamental respetar los horarios de exposición solar (no hacerlo entre las 11 y las 16.00 hs), así como aplicar siempre protector solar indicado por el dermatólogo, media hora antes de exponerse, renovándolo cada hora y media a 2 horas.



















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