12 – El tambor hot:
Hacelo sonar un poco. Los disfraces, las esposas, los látigos soft y toda la variedad de accesorios que encontrás en los sex shops sirven para ponerle un poco de picante a la intimidad. Empezá por darle nalgadas suaves, con el objetivo de estimular la circulación de la sangre. Después hacé lo mismo, pero con un poco más de intensidad, en el área donde la cola se une con el muslo. Tip: si lo hacés contar los chirlos, el juego será más excitante.
11- Ojos bien abiertos:
Oral y visual. La próxima vez que le des sexo oral, hacé contacto visual con él: hacelo de una manera sexy e intencionada cuando estás ocupándote de su equipo. Es simple, fácil e infalible: sin interrumpir la acción, levantá la vista y sostené la mirada durante un par de segundos. Eso será suficiente para volverlo loco.
10- Variantes:
Movete. Cambiá de pose tantas veces como puedas: modificá el ángulo, la velocidad y la apertura. Podés comenzar con una variante del misionero, con tus piernas apoyadas sobre los hombros de él, para una penetración más profunda. Luego, sentate sobre su regazo (aumentará la fricción del clítoris). Para finalizar, el perrito; o vos acostada boca abajo y él apoyado sobre vos.
9- El baile de navidad:
Private dancer. Seguramente las canciones que suelen usarse para hacer un striptease no te inspiren demasiado. Entonces, elegí un tema que a vos te inspire, te motive y te dé ganas de bailarlo frente a él. Puede ser uno de Lady Gaga, Rihanna o Katy Perry. Bailá lentamente, deslizando tus manos por tus caderas, abdomen y lolas. No dejes de mirarlo mientras lo hacés.
8- Disfrazate:
Sorprendelo. Animate a caracterizarte como una mucama francesa y convertí en realidad todas sus fantasías Moulin Rouge. Empezá por pasar el plumero a los muebles del living y luego seguí en el cuarto del “señor” (él, ja). Obviamente, todo termina como ya te imaginás. También podés proponerle a tu pareja que invente un personaje, así se engancha más en la situación.
7- Al agua pato:
Zambullida hot. Llená la bañera, apagá las luces del baño y encendé velas flotantes. Como es temporada de fiestas, permitite un detalle alusivo, como llevar puesto un gorro de Papá Noel. Pedile a tu chico que se sumerja con vos y mostrale tu sorpresa navideña:un patito de goma vibrador que facilitará tus orgasmos subacuáticos.
6- Noche de amor:
Twist y gritos. En el misionero, apoyá una de tus piernas en su espalda: eso le permitirá el acceso a tu clítoris. Usá un vibrador (el que tiene forma de huevo es ideal): tiene que deslizarlo alrededor de tu botoncito (no directamente sobre él), a lo largo de los labios o por los labios mayores y menores. El clítoris es solo la parte externa de un órgano que tiene extensiones por debajo de la piel de la zona, y que tiene como única función darte placer.
5- Anillo de oro:
Prendida a vos. Un buen recurso para multiplicar el placer es usar un anillo peneano. Se trata de un sex toy que se inserta en el miembro de él. Tu hombre va a disfrutar el efecto de las vibraciones, y vos, la estimulación de tu clítoris. Ni loca te pierdas de probarlo y terminar lanzada como si fueras una cañita voladora.
4- Llamalo:
Acá y ahora. Para crear una conexión única con él, pronunciá su nombre de manera sexy tantas veces como puedas durante el encuentro sexual (sobre todo, en el momento de alcanzar el clímax). Eso solo hará que él se sienta genial, y además evitará que tu mente se distraiga en otra cosa que no sea lo que sucede en tu cama.
3- Beso francés:
Bocas en llamas. Usualmente, nos damos un par de besos y pasamos directamente a la acción. Muy mal: el beso tiene un enorme poder erótico. En la previa, besalo de la manera más salvaje y apasionada durante un buen rato. Cuando notes que tu hombre está on fire, bajá un cambio: besá suavemente sus mejillas, orejas y cuello. ¡Llamen a los bomberos!
2- Cucharita, cucharón:
Abrazo y charla. Esta no es una pose sexual pero es, sin dudas, uno de los momentos más lindos de la intimidad: quedarse acurrucados después de tanto salto y pirueta, acariciándose despacio y hasta conversando de lo bien que la pasaron. Vale también estar en silencio, simplemente disfrutando de la compañía y del contacto con el otro. Disfrutá de este instante mágico.
… Y… Estilo personal:
Segundo round. ¿Necesitás un poco de inspiración para “elevar” nuevamente al “arbolito” de tu chico? Inventá una pose única. Renová el misionero: deslizate por la cama, hasta que tu torso quede afuera de ella (el torso, la cabeza, los hombros y los brazos cuelgan). Eso le dará a él una visión única de tu anatomía. Dale un nombre personal a esa postura y no pierdas oportunidad de susurrárselo al oído de él durante la cena de Nochebuena.





















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