Llegamos al final de este viaje. En realidad, al final de este blog. Mientras estoy escribiendo este post, todavía faltan un par de días para el día B -sí, ¡B de boda!-, pero ustedes, queridas lectoras, lo estarán leyendo después de que hayamos pasado por el civil y un día antes del casamiento propiamente dicho. O como dice mi hermana “la fiesta de la década” (!).
Es muy rara la recta final. Por un lado, a medida que cerramos temas y marcamos tildes en la lista de pendientes, llega una sensación de alivio. “Ya está, solamente falta disfrutar”. Por otro lado, todavía falta tanto que es complicado relajarse. Y como si fuera poco, quedan grandes cosas como irse de Luna de miel dos días después de la boda… casi un mes, al otro lado del mundo. Todo divertido eh, no me quejo.
Claro, el camino que hicimos en este blog del novio, en realidad, habló más de las sensaciones y del hermoso caos que es armar una fiesta, a pulmón, sin wedding planner, con muchas ganas, mucho esfuerzo y ¡por suerte! mucha ayuda.
Después de 10 meses de organización, reuniones, planes, ideas y modificaciones, se va a terminar todo este caos hermoso y estresante que es casarse. Y queda algo: ¡estás casado!
Es un cambio tan radical y tan importante y que en realidad no cambia mucho. Con FE vamos a seguir viviendo juntos. Vamos a tener bienes gananciales (atentos porque en el registro civil nos dieron a elegir) y vamos a tener un anillo que nos va a recordar que elegimos una persona con la que compartir nuestra vida. ¿Es poco? ¿Es mucho? Es nada… Y es TODO.
Por suerte vamos a tener una larga Luna de miel para acostumbrarnos a decir “mi esposa”, “mi mujer” o “mi marido”. Tantos años de “novio/a” van a ser difíciles de erradicar. Pero es un paso muy lindo que elegimos dar de a dos y que esperemos que sea un paso firme y feliz. Como me dijeron hace unos días “qué lindo es verlos casarse tan felices, tan alegres”. ¿Hay gente que no se casa así? Desgraciadamente, creo que sí.
¿Y a la vuelta? Todo igual que antes, pero distinto: vamos a estar casados. Pero eso ya debería ser material de otro blog…
PD 1: no temáis (¿temáis? en serio Alejo, ¿ahora vas a hacerte el serio poniendo temáis?), prometo hacer un breve post o mejor dicho galería fotográfica para contarles algunas cositas de la fiesta… si termino vivo, por supuesto.
PD2: gracias Pao Pluzzer y Majo Grillo por darme esta oportunidad hermosa de contar esta aventura en forma de blog. Fue algo muy divertido y me parece increíble haber podido “documentar” este “road trip” llamado casarse.
Gracias a todos los que me felicitaron, me leyeron, me comentaron y me aportaron cosas. A mi mamá que se fumó el post más polémico, pero sabe que la quiero con el corazón, a mi familia política que también aportó mucho (Gladys, mi suegra, es SIEMPRE la primera en compartir los posteos en Facebook) y mi cuñada que participó en la creación de esta idea en febrero de este año. Martu Rua, gracias por ayudarme a venderle este proyecto hermoso, en un bar copado, entre copas, a Pao Pluzzer.
Y a Maru. Te amo con todo mi corazón y quiero compartir el resto de mi vida con vos.





















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