Muchas veces, corremos del gimnasio al trabajo o queremos ganar minutos de sueño y resignamos el desayuno, pero eso no es nada nuevo. Un desayuno saludable es clave para un buen desempeño físico e intelectual durante el día. Además, predispone al ‘picoteo’ y genera que, en el momento en que comemos, el organismo acumule las calorías que recibe en forma de grasas, como reserva energética, en lugar de utilizarlas.
Para garantizar un buen inicio de jornada, es fundamental que la primera comida incorpore cereales o pan (preferentemente integral), leche o productos lácteos (es mejor si son descremados) y frutas frescas. Además, se recomienda sumar una ración de frutos secos que brindan ácidos grasos esenciales (grasas cardiosaludables), fibra, calcio, magnesio, selenio y zinc, y también tener en cuenta que el agua mineral y los jugos naturales son una buena alternativa para acompañar las infusiones e hidratarse.
La Sociedad Argentina de Nutrición recomienda estas opciones de desayuno:
Opción 1
Café o té con leche descremada con edulcorante.
2 rodajas de pan integral con semillas.
1 cuchara de queso blanco descremado.
1 manzana.
Opción 2
1 taza de copos de maíz sin azúcar con leche descremada.
1 naranja, o manzana o pera.
Infusión a gusto con edulcorante.
Opción 3
Copos de cereal sin azúcar con leche descremada.
1 pera.
Infusión a gusto con edulcorante.
Opción 4
1 taza de leche descremada con fitoesteroles.
2 rodajas de pan.
1 rodaja de queso tipo port salut descremado.
Opción 5
Café con leche descremada con edulcorante.
2 rodajas de pan con queso tipo port salut descremado.
Ensalada de fruta.
Opción 6
Yogur descremado con frutas.
Café con leche descremada con edulcorante a elección.
4 galletitas con queso blanco light.
Opción 7
Café con leche descremada con edulcorante.
2 rodajas de pan de salvado.
4 nueces.
Queso blanco descremado y dulce light.




















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