Amy Cuddy, profesora de Harvard Business School, se hizo famosa a partir de una charla Ted en la que habló sobre las “posturas de poder”. Según Cuddy, cambiar la forma en la que nos apropiamos del espacio cambia también nuestra autopercepción. Es decir: si a través de tu lenguaje corporal, proyectás seguridad, vos también vas a sentirte más segura de vos misma. Uno de los ejemplos más efectivos es la pose de la mujer maravilla.
¿Mejor, no? Bueno, otro dato interesante es que los hombres quienes tienden a repetir las posturas de poder más frecuentemente que las mujeres. ¿Por qué? Según Alicia Martos, psicóloga de la Fundación Behavior&Law, hombres y mujeres utilizan el mismo lenguaje no verbal, aunque admite que hay tendencias específicas de gestos en cada caso, que son de raíz cultural.
Sin embargo, la especialista aclara: “Difiero en la visión meramente reduccionista que hace Cuddy del género en referencia al lenguaje corporal. En mi opinión, un hombre también puede tener interiorizados patrones gestuales de debilidad. De hecho, creo que tanto hombres como mujeres deben empoderar su lenguaje corporal para transmitir a su cerebro que nos sentimos enérgicos. De este modo, nuestro cuerpo sería capaz de modificar la mente“.
Así que, ¡no te achiques!






















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