Existe una dieta alimentaria basada en los cuatro grupos sanguíneos, recomendando qué consumir, qué evitar y qué tipo de actividades debemos realizar. Entonces, sólo tenés que recordar qué grupo sos y tomar nota de las recomendaciones.
Tipo O
¿Qué comer? La dieta para este grupo sanguíneo se basa en el consumo de carnes orgánicas magras, vegetales y frutas.
¿Qué evitar? Los productos lácteos, los huevos y el glúten ya que el tipo O tiene dificultades para digerirlos. Lo mismo sucede con el trigo y las legumbres que contribuyen a la retención de líquidos. El trigo y los productos lácteos, que pueden desencadenar problemas digestivos. Otros productos a retirar de la dieta: la cafeína y el alcohol.
Tipo A
Muchos factores neuroquímicos en la disposición genética del tipo A favorecen una vida estructurada, armoniosa y rítmica, rodeada de una comunidad positiva. Se recomienda a este grupo aprender a manejar el estrés, hacer ejercicio, cultivar la creatividad, no saltearse comidas y establecer una rutina diaria consistente.
¿Qué comer? El tipo A se beneficia si sigue una alimentación vegetariana. Si está acostumbrado a comer carne, perderá peso y tendrá más energía al eliminar la comida tóxica de su menú. Además, es importante que este grupo consuma sus alimentos en un estado cercano al natural: puros, frescos y orgánicos.
¿Qué evitar? Además de la carne, evite el azúcar, la cafeína y el alcohol. Pero sobre todo, es importante no saltearse ninguna comida.
Tipo AB
¿Qué comer? Es necesario focalizar en alimentos como el tofu, pescado y algas, productos lácteos y vegetales verdes (si estás haciendo alguna dieta para perder peso). Si te gusta el pescado, las mejores opciones son el salmón, las sardinas y el atún.
¿Qué evitar? Consumí con moderación carnes como pollo, cerdo y ternera. Evitá las naranjas, ya que el tipo AB tiene mayores dificultades para digerir alimentos ácidos.
Tipo B.
¿Qué comer? Vegetales verdes, huevos y productos lácteos descremados.
¿Qué evitar? Reducir al mínimo el consumo de pollo. Es importante que sepas que el maíz, el trigo, las lentejas, los tomates, el maní y las semillas de sésamo están contribuyendo al aumento de peso, porque afectan la eficiencia de su proceso metabólico y dan como resultado fatiga, retención de fluidos e hipoglucemia.





















Comentarios