
Ya hubo propuesta de casamiento y aceptación: nos vamos a casar. ¿Y ahora? Ahora queda contarlo. La pregunta es: “¿cómo?, ¿cuándo?”. No es fácil arreglar una reunión con toooda la familia, los amigos, los compañeros de trabajo, y cuidarse de que nadie filtre la información.
Sí, con mi futura esposa (¡Qué raro suena escribir “esposa”!) somos muy digitales, pero CLARAMENTE esta noticia no era para postearla por Twitter, Facebook, Instagram o Snapchat. Decidimos hacerlo face to face y rogarle a nuestros conocidos que mantuvieran el hermetismo por un tiempo determinado.
Mi novia es muy de compartir absolutamente todo en redes sociales, así que imagínense el esfuerzo que hizo para no subir, al segundo, la foto de su anillo de Star Wars con la “twittosfera” o con sus contactos de Facebook e Instagram. Frente a ese panorama, tuve que meter un poco de presión. Ella estaba feliz con su anillo (que te mostré en el capítulo anterior), pero tuve que aclararle: “Ni se te ocurra subir una foto porque se van a avivar”.
También teníamos otro temita con las redes: el peligro de spoiler. Típico que le contás a alguien y te quiere arrobar para felicitarte online: “No papito, ¡aguantá los trapos que se entera todo el mundo!”
Otro peligro de spoiler fue con los familiares más cercanos que tuvieron la primicia. Si subía una foto en un salón, aparecía el comentario buchón: “Ay, ¿están mirando lugares para la boda?”. Quizá sí, quizá no, PERO NO LO PONGAS EN LOS COMENTARIOS, BOTÓN!
En la era digital, nosotros priorizamos armar una agenda chica para contar que nos casábamos: primero se lo dijimos a nuestros padres, hermanos y amigos íntimos/testigos. Después hubo un aviso para amigos y familiares que viven afuera, para que vayan reservando la fecha. El resto fue decantando.
¿Hubo gente que se enteró de la boda por las redes? Sí, pero solo fue una minoría con la que nos costó encontrarnos a tomar algo… también pasó que gente con la que no hablamos tanto se enteró gracias a este blog. Cosas que pasan.
Pero todo esto desemboca en otro tema fundamental: ¿Hay sorpresa cuando le comentas a la gente que te casás? CERO. Cuando decís que tenés algo para contar, todos te preguntan lo mismo: “¿vas a tener un hijo o te casás?”. Pero de este tema voy a hablar más en el próximo posteo.
























Comentarios