Después de una noche de sueño, tu cuerpo pasa (en promedio) por un ayuno de 8 horas. Por eso, cuando te levantás, es importante que te hidrates y recargues energía con un buen desayuno.
“No tiene que ser súper abundante, pero sí debe contar con carbohidratos esenciales.” indica la Dra. Marilú Acosta. “Los carbohidratos son los encargados de darle a nuestro cerebro la energía necesaria para funcionar, al igual que a todas las células del cuerpo. No comer carbohidratos hace que nuestro cerebro sufra. Especialmente en situaciones de exigencia, como en la escuela o en el trabajo. Sin carbohidratos la concentración baja considerablemente, nos volvemos más irritables y actividades como las analíticas nos van a costar el triple.“
Antes de desayunar, tomá un vaso de agua tibia para preparar tu sistema digestivo para los alimentos. Dependiendo del tiempo que tengas y de tus actividades, podés optar por alguno de estos tipos de desayunos, recomendados por la Dra. Acosta:
• Pan con café o jugo de naranja.
• Pan francés (cocer pan con huevo en un sartén) y un vaso de leche.
• Huevos con salsa de jitomate (un tipo de tomate) sobre tortillas de maíz y jugo de toronja.
• Molletes (pan con frijol, queso y salsa de jitomate, cebolla y chile verde).
• Sandwich (pan, jamón, queso, jitomate, lechuga, mostaza y cebolla).
Así que, ya sabés, además de deliciosos, los carbohidratos son necesarios para tu cuerpo. No dejes de consumirlos.





















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