1. El Jefe de policía Jim Hopper: mi nuevo amor platónico de ficción. Tal vez no me creas, después de mirar el primer episodio, pero Jim es el nuevo Jon Snow. Además, ningún hombre lució tan bien un sombrero como él.
2. Winona Ryder. Casi me había olvidado cuánto me gustaba Winona, parece que hubieran pasado mil años desde Beetlejuice y El joven manos de tijera, pero te va a encantar su personaje.
3. La actuación de los chicos es brillante. Dustin es el chico de 12 años más tierno que haya visto. Pero no podría verlo nunca más dislocándose los brazos.
4. La terrible amistad entre Nancy y Barb. Ver cómo Barb acepta ir a una “fiesta” (dale, Steve, cuatro personas no hacen una fiesta) solo para que Nancy pueda estar con Steve y después ver cómo se queda sola cuando Nancy se va con Steve. Fui Barb tantas veces en mi vida que no puedo evitar identificarme con ella.
5. La nostalgia ochentosa. Me da ganas de ponerme a jugar con las primeras muñecas Barbie que tuve, mientras hablo con mis amigas por Walkie Talkie. ¿Es mucho pedir?
6. El soundtrack me da pánico y me hace sentir que estoy en una película de Steven Spielberg. Por suerte, ya está disponible en Spotify.
7. La perfecta representación de la adolescencia. Los adolescentes de Stranger Things tienen granos, pelo desastroso y casi nada de maquillaje.
8. No es la típica serie de ciencia ficcón. Si los aliens o la ciencia ficción en general no son lo tuyo, igual vas a disfrutar este show.
9. El pelo de Karen Wheeler. Nunca vimos algo así.





























Comentarios