Apoyo sobre talones (postura del niño):
Calma tu mente al instante porque deja toda la tensión en la zona de atrás y la aleja de tus hombros y tu pecho. Ideal para cuando creés que todo está fuera de control, te ayuda a centrarte de nuevo.
Postura Savasana:
Es la postura más improtante del yoga porque relaja cada músculo de tu cuerpo. Es muy buena para realizar después de hacer ejercicio.
Postura del árbol:
Para mejorar tu concentración y tranquilizar tu mente. No solo sirve para elongar tus piernas sino también para elongar tu cerebro.
Postura del gato:
Sorprendentemente, esta posición hace que te sientas muy relajada. Además, sirve para elongar tu columna y tu cuello y te va a hacer sentir muy relajada.
Inclinación hacia adelante:
A medida que vayas ganando flexibilidad, esta postura va a comenzar a ser un gran liberador de ansiedad.



























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