Concepción Cochrane Blaquier es diseñadora de indumentaria y proviene de una familia que lleva el polo en su ADN. Hija de Dolores Blaquier y Lair Cochrane, es la embajadora argentina más cool y entre sus amigos se cuentan la realeza monegasca y la crème de la crème europea.

Todos los lunes de mayo, será parte de Lucky Ladies Argentina, un programa que te invita a sumergirte en la vida de seis mujeres que viven el lujo y el glamour del universo del polo, entre las que están Julieta Kemble, Martina Monteverde, Solana Gassiebayle, Sylvita Pereyra Iraola y Anita Bereciartúa.

¿Cómo te convocaron de Fox Life para Lucky Ladies?

En realidad, me mandaron un mail para que hiciera un casting, pero no estaba en Argentina en ese momento. Así que fui la última que quedó del grupo. Y al poco tiempo arrancamos a filmar. Me dijeron que habían hecho otros castings, y yo no sabía con quién iba a compartir el show, así que fue todo una sorpresa.

El mundo del polo tiene la fama de ser elitista, ¿Es tan así?¿O en la intimidad nada que ver?

El polo es un deporte elitista porque es un deporte caro, entonces eso hace que no lo pueda practicar todo el mundo, por los caballos y todo el cuidado que requieren: veterinarios, organización, pasajes, etc. Es decir que solo una pequeña franja de la sociedad puede llegar a eso.

Pero en realidad, más allá del deporte en sí, el ambiente es muy tranquilo, buena onda, todo el mundo vive en el campo y son bastante simples.

¿Practicás o preferís mirar los partidos?

Prefiero mirar. Yo nací en una familia de polo, mis hermanos, mis tíos, mis abuelos, todos juegan. La verdad es que es una maravilla ver polo, los caballos son un espectáculo, son como Ferraris, hacen el juego mucho más rápido. Yo ando a caballo, sí, porque me encantan, pero no practico polo.

¿A qué figura argentina te gustaría vestir?

A Susana (Giménez), que es la diva más grande de nuestro país, tiene una onda espectacular y la adoro. Y a nuestra Primera Dama, que es una diosa, es elegantísima.

¿Cómo te inspirás para tus diseños?

Me fijo en todo y en todos, desde cuadros y arte, hasta viajes, todo lo que capte la atención de mis ojos. Viajar logra una apertura de la mente especial, hace que el proceso creativo dé un gran resultado final. Por eso viajo mucho, creo que es la clave del éxito para mí, una gran inspiración, me ayuda a recargar pilas.

¿Te gusta customizar prendas vintage o preferís diseñar de cero?

Las dos cosas. Normalmente, diseño de cero, pero también tengo prendas vintage que uso, que heredé de mis abuelas, madre… En fin, a la hora de hacerlas la mayoría de las veces es de cero, pero también me encanta customizar.

¿Un accesorio que no puede faltar en tu look?

Cinturones, anteojos y sombreros. La verdad es que tengo muchos accesorios en mi look. Me encantan las pulseras, los brazaletes, los anillos, los guantes, todo.

Tenés familia en todos lados y sos una trotamundos desde chiquita, ¿cuál es tu lugar en el mundo?

París, me encanta, es la meca de la moda, espectacular para salir a caminar, me gusta la arquitectura, la comida, el sol.

¿Cuántas valijas llevás cuando viajás? ¿Qué es lo que no te puede faltar?

Uf, es karmático. Es terrible, nunca es suficiente, salgo con tres o cuatro valijas y termino volviendo con cinco o seis. Mi gran problema es que nada es armado en mis looks, entonces no puedo planificarlo mucho. Me levanto cada día como si estuviera empezando el año. Por eso, me llevo de todo siempre: camperas, botas, pantalones, accesorios, incluso guantes, de todo. Y siempre termino sumando cosas, porque me gusta visitar los mercados de pulgas cuando viajo.

¿Cuáles son tus planes para el 2016?

Me gustaría seguir en la tevé, hacer realitys. Sigo con mis trabajos de diseño, levantando pedidos a medida. Voy a tratar de viajar lo máximo posible y me encantaría poder hacer colecciones cápsulas para otras marcas masivas.