1. Giro digital
En 2016, es difícil de imaginar que el 80% de los hogares reciban las facturas y el resumen de la tarjeta por correo tradicional. En lugar de que tus cartas del banco (sin abrir) se acumulen en la mesa de luz y comiencen a ser señaladores y posavasos, utilizá las aplicaciones de las entidades financieras (podés configurarlas para que te lleguen notificaciones cuando hay alguna modificación o entrar desde cualquier dispositivo si querés chequear algo). Un bonus track: si sos muy ordenada, podés incluso tener diferentes cuentas de correo electrónico para que no se te pase nada.
2. Revisá tu dinero
No vas a perder más de un minuto por día en ver todas tus transacciones. ¿Te estás quedando sin presupuesto? ¿Apareció alguna sorpresa? Te recomendamos poner la app que utilices para revisar tus cuentas junto a alguna otra que uses mucho (Ej. Instagram). Así, cuando te levantes vas a poder chequear Insta y depués revisar tu actividad bancaria.
3. Configurá alarmas y seguilas rigurosamente
Armate un “calendario de pagos” con los días de vencimiento o de cobro automático para poder chequear que esté todo OK. Si lo hacés con tu agenda personal, ¿por qué no hacerlo con tus gastos?
4. Conocé tus posibilidades
No tengas miedo de consultar si podés pedir algún crédito o cuánto te falta para eso. Es gratis y podés ponerte alarmas que te ayuden a recordarlo. Conocer tus posibilidades te ayuda a alcanzar tus objetivos.
5. Encontrá un compañero de ahorro
Poder contarle tus avances a alguien que está en una situación financiera similar puede achicar los miedos de ambas partes a las dificultades que surjan. Una vez que encuentres a tu compañero, contale tus logros y acuerden juntarse cada dos o tres semanas para hablar de sus progresos o retrocesos. Tener a alguien que te felicite o te escuche te va a ayudar a mantenerte en la senda correcta.
6. Derrochá un poquito
Si dejás de comprarte todo lo que te gusta es posible que te frustres rápido. Podés abrir una cuenta “divertida” para gastos de salidas, cine, ir al gimnasio o donaciones. Hay estudios de la Association for Psychological Science Pittsburgh, PA, EE.UU. que dicen que gastar dinero en otro aumenta la felicidad personal.


					



















Comentarios