El personaje de Richard Gere está en su momento de “galán-herido-frágil” y nosotras entendemos que quiera tener relaciones con el personaje de Julia para ver si se poner de mejor humor. Lo que no podemos entender es cómo pueden hacerlo cuando ella lleva una camisola de satén y está sentada sobre el piano, algo que haría cualquier tipo de contacto físico muy resbaladizo. Pero menos que menos podemos comprender cómo logran tocar todas las teclas de forma aleatoria y no hacer una sinfonía loca que despierte al hotel entero.

Quien lo haya intentado sabe que tener sexo en la ducha no es tarea fácil. Se requieren algunas maniobras especiales y apoyo extra en los azulejos, si no terminás cero lubricada y con alguna parte del cuerpo lastimada. La escena de Skyfall entre Bérénice Marlohe y Daniel Craig, a pesar de que nos encanta, desafía las leyes de la física y parece todo menos sexo de verdad. Mucho contraluz, mucho vapor y poco contacto cuerpo a cuerpo.

Y el Oscar para la bizarreada del año va para… Showgirls. El sexo en la piscina entre Kyle Mclachlan y Elizabeth Berkley parece un documental de Discovery Channel. ¿Son delfines peleándose en el agua? Al igual que en la ducha, la pileta tiene sus secretos, pero dejando de lados los desafíos naturales del ambiente. ¿Eran necesarias tantas piruetas?

En la escalera de la biblioteta – Expiación, deseo y pecado

Parece El hombre araña y no lo es. Los personajes de James McAvoy y Keira Knightley se gustan y tienen relaciones en la biblioteca de la casa de ella, mientras los invitados cenan en el living. Ya de por sí es bastate complicado concretar cuando tus amigos están hablando y vos estás escondido. Queremos creer que estar en una biblioteca rodeada de libros (obvio) con una pierna para un lado y la otra para el otro, muy poco margen para moverte, vestida de satén y tratando de abrazarte a tu chico, es prácticamente imposible. Ah y nos olvidábamos: cero ruido y cara de póker cuando ves a tu hermana atrás de la puerta.

Otra escena tierna, pero que tiene muy poca credibilidad: el sexo entre Kat Dennings y Michael Cera como Nicky y Norah. Es un momento muy importante en la historia porque el personaje nunca antes había tenido un orgasmo. Por eso, es dificil de creer que haya pasado algo cuando ella está completamente vestida (pantalón, remera, corpiño) y lo único que tiene “desnudo” es es cierre del jean y él, ¡igual! Un dato: las personas no tienen sexo con ropa, Norah.En un auto – Y tu mamá también

Tener relaciones en el auto puede ser muy apretado, pero hacer un trío en un auto es otra historia. Nivel “hard” en la escala de dificultades. El problema de esta película es que Diego Luna, Gael García Bernal y Maribel Verdú hacen que la situación no tenga ninguna dificultad y nos cuesta creer que eso sea cierto. Sabemos que en el cine todo tiene que ser lindo y hot, pero la falta de credibilidad es un problema. Sí, queremos ver toda la saliba y el sudor.

 

Orgasmo simultáneo la primera vez – Diario de una pasión

 

 

Querida Allie, nosotras sabemos lo emocionante que debe ser estar con Ryan Gosling, pero de ahí a que la primera vez puedan logran un orgasmo juntos… En la vida real es todo un poco más difícil y mucho más incómodo, dependiendo del nivel de ansiedad del momento. La escena no deja de ser linda, eso está claro, no deja de emocionar y nos hace querer participar de ella (jajaja). Pero ese orgasmo no es cierto.

 

Un rapidito en el baño - Infidelidad

 

 

Nadie cuestiona la forma de un buen rapidito. Pero esta escena, en lugar de ser un #lifegoal, es una hazaña irreal. Diane Lane y Oliver Martínez no puden aguantar las ganas y deciden tener relaciones en el baño del restaurante donde se encuentran.  Los problemas: 1) nadie se da cuenta de que están los dos en el mismo baño. 2) Los dos están demasiado cómodos para estar encerrados en un cubículo. 3) ¡Sobra espacio ahí adentro! Queremos la dirección de ese lugar para poder ir nosotras.