1. Tu sweater tiene “timbres” en los hombros

Las perchas de plástico son muy prácticas y coloridas, pero estropean algunas prendas.

Solución: Usá perchas forradas en tela, que no deforman la ropa.

 

 

2. Las tiras interiores de tu ropa se asoman

Un descuido que atrae todas las miradas.

Solución: Esas cintas se usan para sostener la prenda en una percha. Para evitar papelones, cortalas: igual vas a poder colgar la ropa.

 

3. ¿Y  ESE cinturón?

Casi siempre, cuando un vestido o un pantalón incluye un cinto es porque cada prenda por separado no llama demasiado la atención. Como son muy baratas, al comerciante le conviene venderlas juntas.

Solución: Un buen accesorio marca la diferencia. Entonces, invertí en un cinturón canchero.

 

4) Perdiste la tapa del taco de tu zapato

En el calzado que no es de buena calidad, el taco alto es hueco. Sin tapa, esa cavidad hueca tiene mejor acústica que el Teatro Colón: el ruido del taco contra el piso va a llamar la atención de tus compañeros de trabajo.

Solución: No tenés otra opción más que ir al zapatero para que te arregle el zapato.

 

5. La presilla para el cinturón se asoma al costado de tu vestido

Ese detalle delata un vestido de mala confección.

Solución: Cortalas. Esas presillas indican en qué lugar va el cinturón: vos no necesitás una guía para saber dónde está tu cintura.

 

 

6. Las aletas de tu saco están cosidas

Esos hilos de la parte de atrás de un blazer no son un detalle de diseño: están ahí para que la prenda no se deforme ANTES de ser vendida.

Solución: Una vez más, recurrí a la tijera.

 

7. Tu ropa está arrugada

Si querés lucir desaliñada, alejate de la plancha.

Solución: Colgá la mayor cantidad de prendas en perchas: si las guardás hechas un bollo, no podés pretender que estén impecables cuando quieras ponértelas. Si ya no entra un alfiler en tu placard, llegó el momento de ordenar, revisar y separar lo que ya no usás para regalarlo o donarlo.

 

8. Tiene una etiqueta en la manga

Damos por sentado que tu intención no es mostrarle a todo el mundo que te compraste una prenda de una marca determinada o que está confeccionada en pura lana.

Solución: ¡Adivinaste! Corto mano, corto fierro…