El ghosting sucede porque el que huye no sabe cómo encarar la situación.
Es muy ingenuo creer que el que se borró sin avisar regresará a dar las explicaciones que no quiso o no pudo dar en el momento oportuno. Mejor, da vuelta la página. ¡Next!
¡Basta de justificarlo! No le robaron el celular ni sufrió un ataque de pánico. El que quiere aparecer, aparece: si él no se contacta, es porque no quiere hacerlo.
Olvidate de vivir pendiente de las redes sociales o del WhatsApp para ver cuándo se conectó por última vez o qué fotos subió. La lejanía ayuda a olvidar, es mejor que tomes distancia ya.
Los amigos, tus hobbies y hasta tu terapia pueden ayudarte a recuperar el equilibrio perdido y a sentirte mejor en estos días feos. Ellos no te van a dar necesariamente las respuestas que buscás, pero van a hacer que te distraigas y eso será un alivio.


					

















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