Uno de los eventos más esperados del LFW era el desfile de la marca Alexander McQueen, que reapareció en esta pasarela, luego de diez años, de la mano de la directora general y diseñadora, Sarah Burton. La colección de McQueen está inspirada en las mariposas, con tornasolados y dorados.
Otro de los puntos más altos del London Fashion Week fue la colección de J.W. Anderson, ya que la platea se sorprendió con tejidos y texuras extravagantes.
Finalmente, Barbara Casasola, la brasileña que se convirtió en una revelación, mostró sus diseños en colores pardos y con transparencias.

























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