Seguramente estés convencida de que entre vos y tu mejor amiga no hay secretos. Ella conoce los detalles de tu romance prohibido y recuerda cada vez que zafaste de un problema apelando a una “mentirita blanca”. Sin embargo, a pesar de que entre ustedes existe esa confianza absoluta, cuando tu BF te pide tu opinión sobre sus conflictos de pareja o laborales, para no dañar sus sentimientos, le decís lo que suponés que quiere escuchar. “Es cierto que muchas veces se lastima en nombre de la verdad. Pero, bien usada, la honestidad es de invaluable ayuda: resulta fundamental en una relación que involucra el afecto”, asegura la psicoanalista Ada Zimerman, de la Asociación Psicoanalítica Argentina. “Si ves mal a tu amiga, y creés conocer las razones por las que está así, debés explicarle tu punto de vista: quizá haya cosas que ella no puede ver”, recomienda la especialista.
La clave está en que seas clara sin resultar agresiva. “Hablar con ella también significa escucharla: hay que darle lugar a su reacción. Si te ubicás en un lugar de confrontación, solo vas a dañar la amistad o a romperla, en el peor de los casos”, advierte el psicoanalista Raúl Carmona, del Centro de Investigación y Docencia Instituto Oscar Masotta (IOM). “Ser frontal no tiene contraindicaciones, siempre y cuando hables con respeto y no quieras imponer tus verdades”, dice el experto.
Si alguna vez le diste una opinión franca a una persona querida y tus palabras le dolieron, es posible que ahora te dé miedo ser sincera. Entonces, optás por algunas mentiras blancas o light, de esas que te hacen zafar de otro tipo de problemas. “A pesar de tus buenas intenciones, inventar un ‘todo bien’ quizá resulte lo contrario a una ayuda”, afirma el psicólogo Dan Ariely, autor del libro Por qué mentimos. Podés evitar una comparación entre la milanesa que tu amiga preparó y una lámina de cartón, pero en otras ocasiones tu honestidad es bienvenida y necesaria.
Ser sincera cuando… se convierta en la reina del drama
Sos el hombro en el que ella puede apoyarse (para eso están las amigas, ¿no?), pero últimamente su catarsis te provoca un déjà vu: siempre se queja de las mismas cosas y jamás hace caso de tus consejos. Aunque sos tolerante y comprensiva, ver esa película repetida una y otra vez te agota.
Cómo decirlo
“Contale que la notás mal por el mismo motivo desde hace un tiempo. Podés plantear algo del estilo: ‘Busquemos otra forma de encarar esto porque parece que hablar no es la solución’”, recomienda la psicóloga Andrea Bonior, autora del libro The Friendship Fix. De esta manera, la vas a impulsar a ser proactiva y a dar pasos concretos para cambiar su situación: eso es exactamente lo que ella necesita.
Ser sincera cuando… temas de sus hábitos sexuales la perjudiquen
Últimamente los preservativos quedaron afuera de su rutina sexual, y te preocupa que quede embarazada o que se contagie una infección de transmisión sexual. Querés tener una charla, pero tenés miedo de que ella sienta que la estás juzgando.
Cómo decirlo
Cuando hablás de la sexualidad ajena, el riesgo de sonar moralista es alto. “Por eso es importante no enjuiciar y centrarse en la importancia de cuidar la salud. Explicale que eso no está reñido con el placer: se puede disfrutar y, al mismo tiempo, tener responsabilidad sobre el propio cuerpo y el de la otra persona”, explica Ada Zimerman.
En la charla con tu amiga evitá el tono crítico. Incluso podés hacer algún comentario con humor. Decile, por ejemplo: “Voy a hablarte como si fuera tu abuela, y a las abuelas se las respeta. Me preocupa que no te cuides porque lo último que necesitamos es un bebé o un cóctel de pastillas”.
Ser sincera cuando… se esté zarpando con el look sexy
En el último tiempo, tu amiga se hizo fan de las remeras hiperescotadas y de las minis. En la disco o en la calle, solés pelearte con los desconocidos que hacen comentarios desubicados.
Cómo decirlo
Si suele vestirse para ir al trabajo igual que para la disco, por ejemplo, podés comentarle: “Ese conjunto te queda alucinante, pero quizá algún jefe un poco más estructurado piense que es demasiado sensual para una oficina”. Por último, proponele ir de compras juntas para darles un upgrade más elegante a los outfits de las dos.
Ser sincera cuando… no entienda por qué no la ascienden
Tu mejor amiga adora su empleo y cree que es muy buena en él: por eso, está amargada porque no la promueven. Vos estás convencida de que su adicción a las redes sociales (vive on-line todo el día) podría ser la causa de su estancamiento profesional.
Cómo decirlo
“La próxima vez que se queje por su situación laboral, mencionale algún consejo que hayas escuchado y que podría ayudarla”, sugiere Bonior. Decile, por ejemplo: “Leí que los jefes no se toman en serio a los empleados muy activos en Twitter, Instagram y Facebook: lo consideran una pérdida de tiempo y suponen que afecta la productividad. Quizá no sea tu caso, pero podrías probar con no ingresar a las redes en horario laboral, a ver qué pasa”. Después piensen juntas algunas ideas que ayuden a tu amiga a paliar la ansiedad por no navegar.
Ser sincera cuando… quiera que opines sobre su relación
Es difícil admitir que tenés dudas sobre la posibilidad de que el chico que conoció el fin de semana la llame o decirle que su novio te parece un trucho, pero si tu mejor amiga te pide una opinión honesta es porque la necesita.
Cómo decirlo
No hace falta que señales una y otra vez lo que considerás que está mal. “Comentáselo una vez: será suficiente”, advierte Raúl Carmona. “No la critiques sin tener a mano una sugerencia o recomendación que le permita hacer cambios”, agrega Bonior. En el inicio de la charla, recordá las veces que ella te dio buenos consejos. Luego, ayudala a encontrar respuestas valiéndote de preguntas. Decile: “¿Por qué creés que no te llama?” o “¿Pensás que es la persona correcta para vos?”. Será más fácil para ella ver la situación con claridad si siente que llegó a una conclusión por sí misma. ν






















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