Los rumores de una supuesta crisis entre la actriz Jimena Barón y su novio, Daniel Osvaldo, eran cada vez más fuertes, pero recién cuando aparecieron las fotos del futbolista con una tercera en discordia (con quien, luego se supo, compartía un tatuaje a modo de anillo de compromiso) se confirmó la “inesperada” separación. Juana Viale también vivió algo similar: el día que se filtró la imagen del cantante “Chano” Moreno Charpentier abrazando a una rubia que lo besaba en la mejilla, las redes sociales explotaron. Hacía poco tiempo que el líder de la banda Tan Biónica había blanqueado su romance con la nieta de Mirtha Legrand, y la idea de una posible infidelidad se convirtió en #TrendingTopic. Otro caso conocido (menos reciente) fue el de Miley Cyrus. En 2013, mientras planeaba su boda con el bombonazo de Liam Hemsworth, aparecieron varias fotografías del actor besándose con otra mujer. Como era de esperar, días más tarde, la pareja hizo pública su ruptura.
Seamos sinceras: enterarte de que tu chico te engaña es terrible, pero que su desamor se haga público es muchísimo peor. Si creías que solo a las famosas les pasaba algo así, estás equivocada. Los bochornos virtuales que devienen en peleas y rupturas son cada vez más frecuentes. Para ayudarte a evitar un papelón 2.0, consultamos a varios especialistas y ellos te aconsejan cómo salir airosa de un episodio así.
LA PEOR NOTIFICACIÓN
El status romántico de Andrea* en Facebook era “en una relación”, hasta que un día inició la sesión en esa red social y puso “play” en el video en el que habían etiquetado a su novio. “La filmación duraba 20 segundos. Como la calidad no era muy buena, tuve que mirar la secuencia varias veces para darme cuenta. Mientras un grupo de personas cantaba el ‘feliz cumpleaños’, de fondo aparecía mi novio besando a otra chica. Fue horrible”, recuerda Andrea. Según la psicóloga Ciara Molina García (www.ciaramolina.com), autora del libro Emociones expresadas, emociones superadas, “cuando alguien se siente traicionado por la persona que quiere, aparecen sentimientos de baja autoestima o de culpa que se manifiestan en preguntas del tipo: ‘¿Qué tiene la otra que yo no? ¿No le resulto atractiva? ¿Qué le hice para que me haga esto?’”.
No importa si vos y tu chico salían desde hace meses o años: cuando un engaño se hace público, todo se potencia. “La exposición genera vergüenza y humillación. La infidelidad deja de ser un secreto y habilita a que los demás observen, analicen y opinen sobre el tema”, dice el psicólogo Marcelo Passini, de la Fundación Foro (www.fundacionforo.com). Tal vez por eso, Andrea optó por terminar su noviazgo. “Hasta mi papá se había enterado. Por más que hubiese querido darle una segunda oportunidad a mi ex, no había chances de que él viniera a cenar a la casa de mi familia, como hacía habitualmente. Hay situaciones que no tienen vuelta atrás, y esa fue una de ellas”, explica.
NO “ME GUSTA” ESTO
María Emilia* estaba de novia hacía más de cinco años y tenía planes de convivencia. Probablemente, el rumbo de su pareja hubiera sido diferente si su compañera de oficina no se hubiera anotado en Tinder. “Fue durante el horario de almuerzo. Ella miraba candidatos, y me preguntó: ‘¿Qué te parece este chico?’. Cuando me mostró la pantalla de su celular no supe qué decir. ¡Era mi novio! Encima, usaba una foto que yo le había sacado en nuestras últimas vacaciones”, recuerda María Emilia. A ella la aterraba que el hecho trascendiera. “Hablé con mi colega y le pedí discreción. Si alguien se llegaba a enterar de que Juan andaba de levante en Tinder, la ruptura se me iba a hacer más cuesta arriba”, admite. María Emilia pudo zafar del bochorno, pero no todas tienen esa suerte.
Según Passini, detrás del temor al “qué dirán” se esconde una necesidad de aprobación ajena. “Sabelo: es imposible agradarles a todos. Si la infidelidad se hizo pública, lo que decidas será bien visto por algunos y mal visto por otros”, dice el psicólogo. “Para evitar especular con la opinión ajena, pensá en quiénes son tus verdaderos afectos, ellos no van a pedirte explicaciones sino todo lo contrario: van a contenerte y escucharte. Lo que piense el resto, es decir, tus ‘amigos’ de Facebook, no debería afectarte”, afirma la psicóloga Mercedes Faiad, del Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad (www.ceeta.org).
Evaluá la posibilidad de desconectarte de las redes sociales para tomar distancia de lo que pasó y no engancharte con los comentarios. “Tenés derecho a eliminar o bloquear de tus contactos a las personas tóxicas que solo te buscan para curiosear sobre el tema, contarte pormenores de lo sucedido o cuestionar tu proceder”, dice Passini.
KEEP CALM & UPDATEÁ TU STATUS ROMÁNTICO
El novio de Florencia*, Hernán, se había ido de vacaciones con sus amigos a Nueva York. “Hablábamos por Skype día por medio. Una noche me contó que iban a ir a tomar algo a un bar. No sé por qué, a los dos o tres días se me ocurrió ver la página del lugar: encontré una foto de Hernán dándole un piquito a una rubia. En ese momento yo estaba en la oficina, solo pude imprimir las fotos por si el sitio las daba de baja. Decidí no decirle nada hasta que regresara: esa semana se me hizo eterna”, recuerda Florencia.
En una situación así, tu forma de reaccionar es clave. Que te quede claro: cortar el vínculo sin dar explicaciones o depositar toda la culpa en la otra persona no son buenas opciones. Tampoco, usar las redes sociales para vengarte de él (¿alguien dijo “resentida”?). “Siempre es conveniente que hables con tu pareja, aunque sea para expresar el enojo y el dolor que sentís por su infidelidad. También para tratar de encontrar respuestas: preguntale qué razones tuvo para comportarse de esa manera o por qué no fue más cuidadoso con la relación”, dice Faiad. Un consejo: buscá un momento oportuno para conversar. “Si estás muy enojada o con un nivel de rencor desmedido, dejá pasar unos días”, recomienda Passini.
Depende de vos seguir adelante o cortar el vínculo. “Hay personas que sobrellevan una infidelidad porque rescatan otros aspectos positivos de la relación. Lo importante es que no te pongas en el lugar de víctima, sino que asumas un rol activo: sos vos la que elige perdonar a tu chico y continuar con él, o dejarlo por la deslealtad que cometió”, explica Faiad. Si pertenecés al team “Mejor sola que mal acompañada”, aprovechá el episodio para recapacitar acerca de tu rol en la pareja. “Pensá qué responsabilidad tenés para haber llegado a esa situación (falta de diálogo o de intimidad, por ejemplo), para evitar esos errores en el futuro. Analizá si hubo señales o indicios previos que indicaran que tu chico se comportaría de tal forma: quizá no los supiste ver”, explica Passini. ¿Querés darle otra oportunidad? “Es fundamental que lo perdones y que la situación pase a formar parte del pasado para evitar reproches constantes que pueden desgastar el vínculo”, concluye Faiad.






















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