Revisar tu correo o mirar televisión desnuda es cómodo. Un plus: los expertos aseguran que hacerlo tiene efectos positivos en varias áreas de tu vida. Según la psicóloga Beatriz Goldberg, autora de Cómo lograr plenitud a través de la autoestima, “andar desnudas puertas adentro nos reconcilia con nuestra imagen y nos permite tomar contacto con nuestro costado más lúdico y salvaje”.
Para que hagas de tu desnudez un momento sensual y divertido, seleccionamos las mejores oportunidades. ¿Te parece algo tonto? Si tenés dudas, probá: vas a ver que el placer de la desnudez sí cambia tu manera de hacer las cosas y de verte a vos misma.
Para hacer sola
1 Hablá por teléfono. Mientras no sea un chat con cámara o una llamada de Skype, el otro no tiene por qué saber cómo estás.
2 Te merecés un Beauty Day. Pintate las uñas, masajeá tu cara y probá esa nueva hidratante.
3 Desnudarte te ayuda a ser más osada. Aprovechá y probá un estilo de maquillaje glam diva.
4 Pasar la aspiradora siempre fue un embole, pero así tiene onda.
5 ¡Hora del reggaetón! Ubicate frente al espejo, elegí algún tema de Daddy Yankee y dedicate a perfeccionar tu perreo.
6 Secate el pelo sacudiendo la cabeza.
7 Aprovechá el coraje que te da el estar sin ropa y participá de una subasta on-line: vas a conseguir lo que quieras.
8 Después, animate a la depilación total del cavado.
9 Leé tu novela romántica favorita. Si el texto te estremece, lo vas a notar rápidamente en tu piel.
10 ¿Tu departamento está en el contrafrente? Entonces, pasá frente a la ventana (con las cortinas cerradas) y fantaseá que algún vecino puede vislumbrar tu cuerpo a través del voile. Obvio: no corras riesgos innecesarios.
11 Preparate un desayuno completísimo y descubrí el placer de comer sin pensar que la mermelada te va a manchar la remera.
12 Poné un DVD de una sesión de yoga y animate a hacer la clase sin ropa. Vas a sentirte mucho más en contacto con tu cuerpo.
13 Acostate desnuda cuando estrenes sábanas satinadas o de algodón suave: vas a regalarte la mejor siesta de tu vida.
14 Mimá tu Punto G. Separá las ediciones de Cosmo dedicadas al tema y aprovechá tu desnudez para explorar esa locación secreta.
15 Abrí al máximo la canilla del agua caliente y dejá que el baño se llene de vapor. Eso hará maravillas en tus pulmones… ¡y en tu piel!
16 Hacé on-line todas las gestiones aburridas pendientes: tu declaración de la AFIP, el pago de facturas, etcétera. Será un modo de ponerle un poco de pimienta al asunto.
17 Ensayá tu presentación de proyecto o tu próxima entrevista de trabajo sin ropa. Cuando finalmente llegue ese momento, te vas a mover con mucha más naturalidad y toda la tensión habrá desaparecido.
18 Desafiate a alguna acrobacia absurda. ¿La vuelta carnero? ¿El flic flac? Así, después podrás contar que tu especialidad es “la vertical al natural”.
19 ¡Exfoliate! Mezclá media taza de sal gruesa con dos cucharadas de miel y con un toque de aceite común. Untate con esa pasta: vas a eliminar todas las células muertas.
21 Organizá una limpieza a fondo de tu guardarropa. Vas a poder probarte lo que quieras y decidir qué se queda y qué se va.
22 Si te compraste varios conjuntos de ropa interior y no sabés cuál te queda mejor, es el momento de desfilar ante un espejo de cuerpo entero.
23 Nada como estar completamente desnuda para aplicarte parejo el autobronceante.
Para hacer con tu chico
24 Dense masajes mutuamente. Pueden empezar por los pies e ir subiendo lentamente. Saltéense la pelvis y sigan por la cintura, el torso, el cuello y los brazos. Luego vuelvan a descender y, ahora sí, dedíquense a los masajes más hot.
25 Apaguen las luces y jueguen al gallito ciego o a Marco Polo: uno tiene que ir a tientas por la casa para encontrar al otro.
26 Una versión más caliente que la anterior: las luces están prendidas pero el que busca debe ir con los ojos vendados. La “presa” va a ver a su “cazador” desnudo haciendo movimientos totalmente desconocidos.
27 Desafialo a un partido de Scrabble y sumá puntos extra con cada sinónimo de sus zonas erógenas.
28 Alguna madrugada de verano, vayan a la pileta del edificio y sáquense la ropa en el agua. Eso sí: déjenla a mano, por si aparece algún vecino desvelado.
29 Jueguen a “Verdad o consecuencia”. Estar desnudos va a llevarlos a subir las apuestas.
30 Sáquense fotos el uno al otro. Tienen que quitarse la ropa de a una prenda por toma.
31 Acomoden la biblioteca. Para alcanzar los estantes superiores vas a tener que adoptar posiciones muy tentadoras.
32 ¿Te acordás de la escena de la película Viviendo con mi ex, en la que Jennifer Aniston se paseaba desnuda delante de Vince Vaughn, mientras él jugaba un videojuego? Bueno, hacé lo mismo.
33 Acampen en la terraza de tu casa. Una vez que estén dentro de una bolsa de dormir, desnúdense. Cualquier movimiento resultará muy sexy.
34 Poné un tema vintage y sexy (elegí cualquiera de Michael Bublé), y bailen cheek to cheek.
35 Cuéntense los lunares. Eso les va a dar la chance de conocer todavía más sus cuerpos.
36 Hacele un desfile de modas privado. Eso sí: solo podés lucir zapatos y accesorios.
37 Dejalo mirar mientras te duchás. Por supuesto: en algún momento te tiene que ayudar a enjabonarte.
38 ¿Qué tal un póker hot, pero invertido? El ganador de cada mano elige qué prenda devolverle al otro.
39 Caten vinos. Si llegás a derramar un poco de Malbec sobre la piel de él… ya sabés qué hacer, ¿no?
40 ¡Batalla de crema batida! El combate es en la cocina (ahí es más fácil limpiar el enchastre). Cada impacto en el cuerpo del rival suma cinco puntos.
41 Con chocolate, miel y salsa de frutilla pinten sobre el cuerpo del otro lo que más les divierta. Como broche de oro, compartan la ducha.
42 Organicen una maratón de juegos (generala, escoba y truco). El ganador puede pedir… ¡lo que se le ocurra!
43 Hagan un karaoke. Él puede dedicarte algún tema roquero, y vos podés lucirte con “We Can’t Stop”. ¿Tu plus? La sonrisa y los gestos al más puro estilo Miley Cyrus.
44 Adoptá una posición sexy y dejá que dibuje tu retrato (o tu caricatura). Después, es tu turno de jugar a ser Frida Kahlo.






















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