Cuando escuchamos las historias de estos hombres, realmente lo sentimos por ellos (aunque varios se lo merecían).

“Hacía seis meses que salíamos. En mi fiesta de cumpleaños, mi hoy ex novia me encerró en el cuarto y me dijo que lo nuestro no iba más. Parece que sus amigos opinaban que yo no era el hombre adecuado para ella, y decidió hacerles caso”.

—Nicolás, 25.

“Me largó la víspera de Año Nuevo, por SMS. Me dijo que lo sentía, pero que estaba enamorada de otro chico. Y que adentro del placard de mi dormitorio, en una caja, estaban los regalos que yo le había hecho”.

—Tomás, 21.

“Yo manejaba de vuelta a casa después de un viaje de negocios, y diluviaba. Mi novia de entonces me llamó para decirme que había aprovechado mi ausencia para armar las valijas e irse de casa. Ella nunca antes había mencionado que no se sentía bien con la relación, pero esa tarde me explicó por teléfono que no era feliz. Como si fuera poco, además de sus cosas se llevó la tele y el microondas”.

—Santiago, 32.

“Mi ex se bancó tener una relación a distancia durante el tiempo que yo estudié en Suiza. Jamás sospechó que yo viajaba en secreto a un cantón italiano para encontrarme con la chica más linda de la universidad. Cuando volví a la Argentina, me encontró a los besos con otra en un boliche y me vació un vaso de cerveza en la cabeza”. 

—Jonathan, 30.

“Estaba en casa con dos chicas cuando mi novia llegó de sorpresa. Mi reacción fue sostener con fuerza la puerta del cuarto para que ella creyera que estaba cerrada con llave. Se ve que no funcionó porque cuando se cansó de intentar abrirla, se fue a los gritos, tirando todas las las cosas que encontraba a su paso: floreros, portarretratos y cuadros”.

—Ángel, 30.

“Hace unos años, me operé del apéndice. Mientras estaba convaleciente, mi novia (salíamos desde hacía meses) me dejó. Simplemente, me dijo que creía que no teníamos que seguir juntos, y se fue. Yo no podía salir corriendo detrás de ella, así que me quedé revolcándome en la cama de tristeza durante varios días”.

—Juan, 33.

“Volvimos de dos semanas de vacaciones en Punta Cana y no la vi nunca más. Durante días, no respondió mis llamados ni mis mensajes. Una semana después me contestó un chat: dijo que ya no sentía lo mismo. Así terminó nuestra relación de ocho meses”.

—Mario, 33.

“Cuando mi exnovia se enteró de que yo tenía una historia con otra chica, me dejó las valijas con toda mi ropa en la casilla de seguridad del edificio. No solo cambió la cerradura: me amenazó con escracharme en las redes sociales si volvía a llamarla”.

—Federico, 34.

“Hacía más de un año que salíamos con Carolina, y ella llegó a uno de mis shows con otro tipo. Se sentó al lado del escenario y empezó a chapar con él. Yo no entendía nada: estaba tan confundido y dolido que toqué horrible. Ella se quedó un rato y se fue. Al toque, me escribió: ‘No sos el único que mete los cuernos’. Hizo cualquiera, porque yo nunca la había engañado”.

—Miguel, 34.