Te proponemos un desafío: convertí la cama en tu reino, y decretá nuevas leyes. Vos vas a gozar este empoderamiento sexual y tu pareja va a delirar de placer con tu nueva personalidad erótica. “Es imprescindible que empieces a tomar la iniciativa, no solo para proponer el encuentro, sino también para realizar acciones que hasta ahora estaban reservadas a él, como desnudarlo, colocar el preservativo o sorprenderlo con una pose que jamás hicieron”, recomienda la sexóloga Diana Resnicoff, secretaria general de la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana (www.e-sexualidad.com). Según esta especialista, debés indicarle a tu hombre lo que te gusta o no; qué zonas de tu cuerpo querés que estimule, con qué presión y de qué manera.
Te damos las cinco claves para desarrollar (¡y disfrutar!) tu sex power.
Trazá un nuevo mapa erótico
Por algunas obviedades anatómicas, como la concentración de terminaciones nerviosas, algunas zonas de tu cuerpo (la lengua, el clítoris y los pezones, por ejemplo) son más sensibles que otras. Abrí el juego: incorporá áreas nunca exploradas, como las plantas de los pies, el cuero cabelludo y las rodillas. Pedile que estimule los nuevos “territorios” con las manos o con un sex-toy.
Un dato fundamental: cuando estás a gusto con tu cuerpo es mucho más simple conectarte con tu propio placer y conocer tus puntos más hot. “No existe una fisonomía perfecta, pero cada una tiene su belleza y es muy bueno identificarla. Eso genera una actitud mucho más segura , auténtica y desinhibida a la hora del sexo”, asegura Patricio Gómez Di Leva, sexólogo y director de Respuesta Sexual (www.respuestasexual.com).
Mostrale a tu chico que él también tiene un mapa personal de placer, que seguramente esté poco explorado. Aprovechen para descubrir nuevos caminos al orgasmo.
Aprendé y experimentá
Para desarrollar tu sex power tenés que conocer esas poses y juegos que nunca probaste. Además de leer Cosmo, podés investigar en sites especializados en erotismo o mirar películas (no tienen que ser necesariamente porno: una escena sexy suele disparar ideas). “Podés inspirarte en el material que hayas consultado, pero en el momento del sexo te conviene ser vos misma y dejarte llevar por tu instinto”, aconseja Gómez Di Leva.
Tu pasado sexual necesita un detox
¿Alguna vez viviste una situación erótica que te incomodó o te hizo sentir mal? Es difícil sobreponerse a esas experiencias, pero debés hacerlo para disfrutar de tu sexualidad. Según los especialistas, una forma simple de superar lo sucedido es imaginarte a vos en ese momento bochornoso, explicarte lo que sucedió y por qué, con una intención sanadora. Así vas a poder reconciliarte con la parte de vos que quedó afectada, dar vuelta la página y lograr un dominio pleno de tu erotismo.
Otra forma de alejar los fantasmas del pasado es disfrutar el placer que recibís. “Cuanto más concentrada estés en lo que sucede en la cama, más podrás gozar”, asegura la sexóloga Celia Laniado (www.sexologacelia.com).
(In)Formate
No deberías ignorar algunas cuestiones científicas referidas al cuerpo humano. Los conocimientos sobre tu ciclo menstrual, el orgasmo, la erección, tus hormonas, el pene y el Punto G, por ejemplo, son herramientas fundamentales de tu empoderamiento. Leé, investigá y consultá.
Si entendés la causa de las reacciones que pueden darse durante una sesión erótica, vas a ganar más confianza en la cama.
Creenos: lo científico puede ser muy sexy. ¿Sabías que los trucos para alcanzar un Mega O tienen una explicación anatómica? Hacé la prueba: mientras tu chico te penetra, apretá tus músculos pubococcígeos (los que usás para detener el flujo de orina). Contraelos y mantenelos tensos durante unos segundos: vas a sentir un cosquilleo en tu vagina que sube desde la parte baja de tu abdomen. Seguí haciéndolo hasta alcanzar un clímax explosivo. ¿La razón? Con esa movida, el cuerpo acumula una tensión que, al ser liberada, intensifica cualquier otra sensación.
Relajate y gozá
Ojo: desarrollar tu poder sexual no implica que te conviertas en una mujer controladora o mandona, o que te creas que estás de vuelta de todo. Date permiso para probar y fallar.
Aprendé a pasarla bien. “No hagas nada que no quieras. El sexo sin ganas se nota y no da buenos resultados. Tampoco finjas, ya que eso confundirá a tu hombre. Solo sé vos misma, pero en una versión más segura”, concluye Gómez Di Leva.























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