Las mujeres por naturaleza sufrimos mucho más que los varones la baja temperatura. Si estamos pensando en hacer el amor, la sensación del frío invadiendo el cuerpo va a funcionar como distractor a la hora del encuentro y será un condimento negativo que habrá que evitar. Con una temperatura tan cruda tenemos que tener en cuenta algunos detalles para que el frío entonces no mate la pasión…

¿Qué ocurre? La falta de luz disminuye la producción de serotonina, la famosa hormona que nos genera bienestar y deseo. Sumado a esto, comemos más, lo cual nos hace sentir más pesados, menos atractivos y un estado de mayor letargo. La piel está menos sensible y es lógico que el gris polar nos inunde de estados gripales y menores pensamientos eróticos.

CONSEJOS

1- Es fundamental calentar el cuarto o prender un hogar (que además suma romanticismo). ¡Generar un ambiente agradable permitirá quitarse prendas mucho más a gusto!

2- El invierno es ideal para el striptease (si ya contamos con un ambiente cálido). Tantas prendas encimadas funcionan perfecto para ir quitándoselas de a poco. Podemos sugerir también un juego de mesa y usar como prenda para el que pierde el desvestirse. La lenta previa enciende el deseo.

3- Para las más friolentas, puede sumarse la lencería abierta, que está diseñada de manera muy sencilla con aberturas que permiten mantener relaciones sin quitarse la ropa interior. Es cómoda y se puede llevar durante todo el día, ¡y estar listas para sorprender!

4- Levantar la temperatura con comestibles también es una gran idea: tomar vino, comer chocolates o mejor aún besar el cuerpo con aceites que encienden su calor al soplarlos…¡son imperdibles!

5- Incorporar al encuentro el juego de los sabores, es uno de los grandes tips no sólo para pasar el invierno más hot, si no para salir de la tan temida rutina.

6- “Al mal tiempo, buena cara”, como dice el dicho. Lo importante es buscar la manera y fomentar el bienestar. El frío trae consigo mucho mimo. Aprovechar para compartir el sexo de manera más relajada, mirando una película juntos, durmiendo “cucharita” o compartiendo una lectura, suman y fomentan una relación con mayor intimidad.