Sabemos que las mujeres de hoy en día son multifunción, y cuánto más grande son nuestras metas, más proyectamos y queremos. Seguí estos pasos si lo que querés es tener un buen trabajo y poder estudiar también.
1. Explora tus opciones
Antes de tomar cualquier decisión, es importante que analices tus opciones laborales; ¿necesitas experiencia?, ¿disponibilidad de tiempo?, ¿es tu área de interés?, ¿son prácticas profesionales?, ¿tienen remuneración?…
Esas son sólo algunas preguntas que debés realizar, antes de dar el primer paso. “Deberías crear una lista de tus necesidades principales a cubrir y las que requiere el trabajo, o lo que la empresa espera de ti; cuando ambos cumplen sus exigencias, puede existir una relación de trabajo sana”, afirma María. Pregunta si tu universidad ofrece alguna opción que sea de tu interés y se ajuste a lo que estás buscando, seguro encontrarás la opción perfecta para vos.
2. Agendalo.
Es el paso más importante. Saber cómo organizarte y establecer un horario para cada una de tus actividades diarias, te ayudará a que no dejes todo a medias.
“Necesitas volverte eficiente con tu tiempo, dedicarle tus horas productivas a lo que realmente lo merece, además de tener muy claro lo que es esencial para tener balance”, recomienda nuestra life coach. ¡No hay excusa!
3. Prioridades
Al final del día, ponete a pensar cuáles son tus metas; ¿tener el mejor promedio de tu generación?, ¿convertirte en la empleada del mes? Ambos son importantes, pero cualquiera que sea la de mayor peso para vos, cuando definas tus objetivos te será más fácil priorizar y decidir qué hacer primero.
¿Cómo saber qué querés? “Debe ser algo que te apasione, que sea un tema que no sólo te haga brincar de la cama en la mañana, también que te mantenga de pie todo el día. No basta que te encante, sino que tengas el talento y la capacidad. Cuando se juntan estos puntos, tendrás el éxito seguro”, explica la experta.
4. Me time
“Cuando te subes a un avión, las instrucciones son muy claras; en caso de pérdida de presión en la cabina, deberás ponerte la máscara de oxígeno primero, antes de ayudar a los demás. Si vos te encontrás bien, tené por seguro que todo a tu alrededor estará mejor. Al sentirte plena y realizada es cuando estás siendo vos misma. El estrés es un síntoma de ayuda y si lo detectas, necesitas detenerte un poco”, señala Murillo.
Obviamente, tendrás que renunciar a ciertas cosas para implementar esta nueva actividad laboral a tu rutina; sin embargo, eso no significa que debas sacrificar tu salud física y mental. Toma un descanso de vez en cuando, sal con tu chico, con tus amigas; incluso meditar y hacer ejercicio pueden ayudar a despejarte.


					
















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