Segunda edición en la Argentina y nombres en un idioma que no manejo: esos fueron los dos datos en mi libreta con los que me fui a Salta para el seguimiento del Rally de las Rosas.
Con un grupo de periodistas de distintos medios, me tocó hacer la cobertura del inicio de esta carrera, en la que las mujeres son las protagonistas. Detrás de esta iniciativa de Desertours, la empresa francesa organizadora (30 años en el rubro), asoman Jean Jaques y Geraldine Rey, padre e hija, respectivamente. Los dos nos recibieron amablemente y nos contaron sobre esta experiencia, que se desarrolla desde 2014 en tierras argentinas, con Salta y Catamarca como escenarios.
Esta iniciativa, que en 2015 tiene lugar del 15 al 21 de abril, reúne a 108 participantes que recorren 2000 km en 4×4. No se trata para ellas de una carrera ‘a todo o nada’, sino más bien plantea una instancia de superación. Se preparan todo el año, consiguen los auspiciantes para poder viajar y en muchas casos dejan a sus familias en pos de de un, sueño personal. Quizá aquí radique la diferencia con la competencia de hombres, como es el Dakar. “Ellas quieren demostrar al mundo que se puede, que pese a las adversidades diarias tienen el coraje de cumplir con este desafío“, coinciden los entrevistados.
Mientras dicen esto se les dibuja una sonrisa, que esconde detrás de tantas horas de dedicación, trabajo y, también cansancio, otra noble tarea: la colaboración en Salta con la Fundación de Equinoterapia. El año pasado lograron recaudar 20.000 euros. “Y vamos por más“, vociferan en tono firme.
En países como Estados Unidos, Namibia, Venezuela, Marruecos, por ejemplo, promueven acciones solidarias y de concientización sobre temas como salud e higiene. En África, precisamente, se organizan carreras para jóvenes entre 18 y 27 años desde 1996 y desde 2001 el Tropheé Roses des Sables, el rally que inspiró la carrera en nuestro país.
En las dos primeras ediciones en terreno nacional participaron chicas de Francia, Canadá, Estados Unidos y Bélgica. Pero atención: a partir del año próximo se incluirá a las argentinas: a mí, como me encanta el mundo de los autos, me gustaría sumarme. Y se los dije, medio en broma, medio en serio. Pasan las horas y en mi cabeza se torna más cierto. ¿Por qué no?’¡El cielo es el límite!’, reza la canción.





















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