1- ORGANIZA TUTTI: Él arma planes para salir juntos de lunes a domingos. ¿El problema? Da por sentado que siempre estás disponible. ACTUÁ: Planteale que si bien te gusta que tome la iniciativa, no debe perder de vista que en una pareja las cosas se resuelven de a dos. Antes de organizar, tiene que preguntar.
2- NO PONE ONDA EN LA CAMA: El misionero es su posición de cabecera y no la cambia por nada. Sí, acostarte con él es como ver el mismo capítulo de tu serie favorita una y otra vez: divertido al principio, somnífero a la tercera. ACTUÁ: Blanqueá lo que te pasa. Luego, proponele otras posturas y, si hace falta, dale una clase práctica para mostrarle cuáles son.
3- ADICTO AL TRABAJO: Su ránking de prioridades lo encabeza el trabajo. Él siempre tiene algo pendiente y vos te sentís desplazada. ACTUÁ: En el caso de que sea algo momentáneo, sé paciente y acompañalo. De lo contrario, decile que si va a llevar tarea al hogar, se fije horarios para tener momentos de intimidad con vos.
4- ES UN DENSO: Te manda mensajes de texto y te llama cada media hora, como si tuviera que recordarte cuánto te ama. Al comienzo de la relación te parecía un romántico, pero ahora es un cargoso. ACTUÁ: Marcale distancia con sutileza para no lastimarlo. Por ejemplo, cuando te mande un SMS, no le contestes al toque. Si no entra en razón, decile que te encanta que sea cariñoso,pero que extrañar un poco al otro es sexy. Creenos: lo va a entender.
5- FÓBICO AL COMPROMISO: Hace meses que salen, pero él se niega a ponerle un título a la relación. ACTUÁ: Ahondá en su historial amoroso para averiguar si su miedo a formalizar se debe a malas experiencias previas. De lo contrario, planteale que te gustaría dar un paso más y que querés saber cuál es su postura al respecto.
La clave: apelá a su sentido del humor y no sermonees.






















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