En una entrevista con una revista española, George Clooney confesó que pensó que quitarse la vida durante un tratamiento que lo obligó a estar atado a una cama por tres semanas, con fuertes dolores y mareos. “Llegó un momento en el que pensé que no podía vivir así”, reveló.
Según la publicación, en 2005, mientras filmaba la película Syriana, el actor se desplomó en el piso. “Pensé que tenía un infarto. Era como tener la sirena de un tren adentro de mi cabeza. No podía sostenerme en pie”, aseguró Clooney. Luego, se sometió a numerosos tratamientos para descubrir qué le había sucedido. Finalmente, los médicos descubrieron que existía una pérdida de líquido cefalorraquídeo por la nariz y una grave lesión en la espalda, lo que le provocó terribles malestares físicos.
Aunque el galán de Hollywood afirmó que no le quedaron secuelas, se supo que decidió internarse en un hospital de Alemania para realizarse controles. Evidentemente, George quiere estar en perfecto estado para su casamiento con Amal Alamuddin, que se concretará en muy poco tiempo.


					















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