EL PROBLEMA: Preocuparse un domingo por lo que va a pasar el lunes hace que cualquiera se ponga de mal humor. Sin embargo, esta tendencia es peor en los hombres, porque no pueden controlar el estrés como las mujeres.
LA SOLUCIÓN: Proponele una actividad que requiera concentración, como cocinar algo a la parrilla. Como el cerebro del hombre no está preparado para pensar en muchas cosas al mismo tiempo, la cocción del asado logrará distraerlo rápidamente de aquello que lo angustia.



















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