El gran pez
“Me encanta navegar, pescar y hacer deportes acuáticos. Al mudarme con mi novia, me sugirió decorar el departamento con un estilo náutico. Un finde que ella había viajado, aproveché para llenar la casa con redes de pescar, hice unas cajas con empapelados de peces y colgué unos cuadritos con barcos. Aparentemente, cuando ella dijo ‘náutico’, se refería a pintar una pared de azul y sumar algún detalle de un ancla. Se enojó muchísimo cuando llegó y vio cómo había decorado la casa”.   —Román.

Sombrero cabrón
“Viajé a México con unos amigos de la facu y al tomar el avión de regreso, me puse un sombrero mexicano ultragrande y llamativo para hacerme el canchero con unas chicas que estaban en el aeropuerto. El look no me favoreció: los de seguridad me retuvieron varias horas porque creían que estaba borracho, y perdí el vuelo”.  —Benjamín.

Ladrona de ideas
“Tengo una rutina que repito con todas las mujeres en la primera cita. Elijo el mismo restaurante y, luego, el mismo boliche. Una noche, salí con una chica, la llevé al restó de siempre y me crucé con otra con la que ya había salido. ¡La mina me había robado mi lugar favorito para las citas!”. —Nacho.

“Mi novia tuvo apendicitis, y yo, cuando se quejaba, pensé que simplemente estaba exagerando un dolor menstrual. por eso, no le di demasiada importancia ni la llevé al hospital. En un momento, me di cuenta de que era algo serio y la acompañé al doctor. Cuando me dijo lo que tenía, me sentí culpable por no haberle creído”. —Hernán.