FUMAR. El cigarrilo perjudica notablemente la calidad de la piel de todo el cuerpo. Si sos fumadora, vas a notar que está más seca, con menos tonicidad y envejecida. Lo mismo sucede con la piel de las mamas que, por la gravedad y el peso, descienden más de lo normal.
BEBER ALCOHOL. Los tóxicos aumentan los radicales libres, perjudican la síntesis de colágenos y elastina, y dañan la piel al quitarle elasticidad. Tanto el alcohol como las drogas son grandes enemigos de tus lolas.
FLUCTUAR CON EL PESO. Adelgazar abruptamente genera flaccidez y descenso de todos los tejidos corporales. Como consecuencia, la piel se estira y las mamas se caen. A mayor tamaño de las mismas, más profunda es la caída.


					
















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