Mientras escribo esta carta, todavía estamos en 2013. Es muy loco lo que nos pasa a quienes trabajamos en los medios: tenemos que programarnos para pensar hoy como si ya fuera la fecha en que la publicación llega a tus manos. Y eso tal vez ocurre en un par de días, o hasta semanas después. Así que es una especie de ejercicio de futurología que se repite con cada edición. De hecho, hoy es la víspera de mi cumpleaños, así que cuando tengas esta revista en tus manos, ¡ni siquiera mi edad será la misma!
Un año que se inicia es una especie de cheque en blanco que nos damos, y la cifra que luego le anotemos puede ser altísima e imposible de cobrar, o tan pequeña que ni siquiera valga la pena ponerle una firma. Todavía es diciembre, pero hay algo que ya tengo en claro para enero: voy a poner en práctica algunas de las consignas de la nota “El gran proyecto para 2014: comprometete con vos”. Pensar en uno mismo significa tomar decisiones y hacerse cargo de los resultados. Y también implica dejar de buscar culpas en los demás, por supuesto. Sé que no es fácil poner el foco sobre mí misma, aunque vale la pena intentarlo. Ese es mi cheque de 2014. Disfrutá este tiempo de estrenos y de proyectos, así como la lectura de esta edición de enero.
Hasta la próxima Cosmo,






















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