A los 27, Robert se convirtió en uno de los actores mejor cotizados de Hollywood, no solo por protagonizar Crepúsculo, la saga más taquillera del cine, sino también por su comentada historia de amor con la bella actriz Kristen Stewart. Eran la pareja más cool del ambiente y con más menciones en Twitter, hasta que el año pasado ella cometió el gran error de engañarlo con el director de cine Rupert Sanders. ¡Pobre, Robert! Se enteró del affaire a través de las revistas, al ver la foto de su chica besándose con Sanders.
Sin embargo, como todo un lord inglés, él mantuvo un perfil bajo, lejos del escándalo. Kristen le rogó que la perdonara de mil maneras y la relación tuvo sus idas y vueltas, pero parece que el “vampiro” aún no dio el brazo a torcer. El tiempo dirá si vuelven a mostrarse cariñosos y de la mano en las alfombras rojas, como en los tiempos de Crepúsculo. Por suerte, para la alegría de sus fanáticas, Robert confesó en una entrevista reciente que sigue creyendo en el amor ¡y en las almas gemelas! ¿En qué se fija apenas conoce a una chica? “Depende de quién sea ella, pero cualquiera sea el caso, es algo que no puedo decir en público”, bromea. A pesar de su polémico traspié amoroso, sigue liderando los rankings de los actores más hot del mundo. Por eso, Dior lo eligió como la nueva imagen de su perfume Homme. “Acepté la propuesta, porque es una marca sofisticada y me gusta lo que representa. Ellos se acercaron a mí en el momento justo, cuando Crepúsculo estaba llegando a su fin”, sostiene.
El actor asegura que también se interesa por la moda y que no deja su look librado al azar. “Tengo un estilista que me asesora, aunque yo suelo elegir qué me pongo. En mi guardarropa, tengo buenos básicos que uso diariamente, pero hay algo en lo que siempre me fijo: el corte de la ropa. Lo único que me importa es cómo me queda lo que uso. Por lo demás, me visto con las mismas prendas hasta que ya no dan más”, afirma, y agrega: “Siempre me llamaron la atención los hombres que tienen elecciones de moda funcionales. Creo que eso es algo muy masculino. Por ejemplo, el vestuario de Jack Nicholson en El resplandor y en Atrapado sin salida me fascinó. Cuando era más joven, intentaba vestirme así”.
Si bien pasa muchas horas en los sets de grabación, no todo es trabajo en su vida. En su tiempo libre, adora estar con sus amigos, aquellos que conserva desde su infancia en Londres. “En este momento, estoy tratando de desarrollar un guión con uno de ellos. Pese a que, al llegar al set, la gente puede destrozarlo, con suerte dará resultado”, sostiene.
Al chico inglés, los flashes de Hollywood no lo marearon. Como cuando era pequeño, sigue admirando a las personas que viven según sus propias reglas. “Después de hacer películas y de estar expuesto al éxito, me volví muy cauteloso con la gente con la que me rodeo. Por eso, cuando conozco a alguien a quien, de verdad, no le importa lo que piensan los demás, me resulta fascinante”, asegura.
Ahora que está solito, cicatrizando la herida que le dejó Kristen, se refugia en sus afectos. Tiene éxito, dinero, fama y es un bombón, pero extraña a su familia, que vive en Londres. “Siempre que vienen a visitarme a Los Ángeles, ¡les pido que me traigan comida! Extraño la salsa Marmite (elaborada con extracto de levadura) y los baked beans (porotos al horno), típicos de mi país”, dice. Detrás de ese aspecto de chico malo y rebelde, Robert esconde a un hombre tierno que aún sigue esperando a su alma gemela. ¿Será Kristen quien vuelva a ocupar el trono o el actor le abrirá su corazón a otra afortunada?.


					


















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