Llega la primavera, y florecen el amor y los ramos de jazmines o de fresias que llegan a tus manos. Es preciso desentrañar los motivos por los cuales un chico te regala flores. Partamos de la base de que ningún hombre es fan de las flores: son incómodas de llevar, no sabemos cuáles son los claveles, los jazmines o las plantas carnívoras, y nuestro olfato no está preparado para tan sensibles aromas (preferimos el olor a chori de la cancha). Por eso, prestá atención al mensaje que hay detrás de ese regalo tan romántico.
Tiene cargo de conciencia
Siempre que tu pareja te regale f lores, manejá la hipótesis recontraprobable de que quiere tapar una macana que se mandó. Le carcome la conciencia y eso lo lleva a recurrir a dos docenas de azucenas salvadoras. Es decir, quiere sumar porotos antes de que le restes varios cientos. Además, su cara culposa lo vende solo. Te sugeriría, luego de olerlas, que lo sometas a un duro interrogatorio, del tipo: “¿Hay algo que debería saber?”, “¿Perdiste a mi caniche toy?”, “¿El auto está en la vereda o fue compactado?”.
Ojo, puede pasar que te haya comprado flores por el mero hecho de que sabe que te gustan. Pero para nosotros es como una encomienda que se entrega y se olvida. Ni siquiera sabemos llevar las flores por la calle y hasta las hacemos chocar contra todos los obstáculos posibles. Convengamos que tampoco son fáciles de transportar las muy perras.
Quiere pedirte perdón
El ramo es un recurso apropiado cuando queremos zanjar una pelea que tuvimos con vos y no nos salen las palabras adecuadas (bueno, casi nunca nos salen). A buen entendedor, salimos en busca de unos claveles como símbolo de paz y como forma de admitir que tuvimos una parte de la culpa en el entuerto. (Y ojalá te gusten los claveles, porque por ahí la empeoramos…).
Desea sumar puntos y marcar territorio
También, es posible que haya llegado alguna fecha importante (tu cumpleaños o el aniversario de la pareja) y tu amorcito no tenga la más remota idea de qué obsequiarte. Ahí se agradecen los puestitos de rosas que f lorecen por todas las esquinas y nos salvan de caer con las manos vacías, ya que nos acordamos a dos cuadras de llegar a casa que era un día clave en nuestras vidas.
Por último –pero no menos importante– hay que mencionar el regalo de flores como un modo de marcar territorio en tu oficina frente a tus compañeros masculinos. Todos sospechamos que nuestra chica trabaja rodeada de aves rapaces que la merodean con lujuria y que le ofrecen traerle el café de máquina, solo para generar cercanía. Por eso, celosos, aprovechamos cualquier fecha –puede ser tu cumpleaños o el día del bonsai (?)– para enviarte 16 ramos de todos colores que rebalsen sobre tu escritorio y que demuestren claramente que tu estado civil es “in a relationship”.
Conclusión aromática: flores son flores. Vos tomalas, sea cual sea la excusa, causa o circunstancia. Después, con tu intuición femenina, adiviná las reales motivaciones. Igual, yo te puedo anticipar lo más probable de todo: él te quiere mucho.
























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