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Lo que debés evitar
- 1. Beber demasiados tragos. Moderate: así vas a cuidar tu integridad física y tu imagen dentro de un grupo.
 
- 2. Hablar sin filtro. Los que no te conocen pueden formarse una imagen inadecuada de vos.
 
- 3. Engancharte con un tipo que acaban de presentarte. No vayas a su casa ni a un hotel con él sin preguntarles a tus amigos si realmente lo conocen y si es confiable.
 
Por tu personalidad, o disfrutás de las reuniones multitudinarias, al contrario: te cuesta integrarte y no sabés de qué hablar con extraños. Sin embargo, a veces estás obligada a ir a una fiesta. En esos casos, no entres en pánico y aprendé a pasarla genial.
Llegá temprano
En el inicio de la reunión hay pocos invitados y todos buscan a alguien con quién hablar. Acercate a las personas que están solas: probablemente se sientan tan a la deriva como vos. “A medida que la fiesta avance, ellos podrán presentarte a otros invitados y ayudarte a tender una red social que impida que te quedes sola”, asegura el licenciado en Comunicación Oscar Anzorena, autor del libro El arte de comunicarnos.
Hacé los deberes
Leé los diarios: eso te va a permitir tener un tema de conversación y evitar los silencios incómodos. “Los comentarios sobre actualidad son buenas herramientas para romper el hielo en una charla. Pero no es aconsejable que toques temas ríspidos: elegí noticias laterales que permitan desarrollar una conversación sin caer en tópicos conflictivos”, advierte Anzorena.
Ubicate en lugares estratégicos
Acercate a la barra, por ejemplo. Ahí vas a encontrarte con mucha gente esperando que le sirvan su trago. Ese rato ocioso muchas veces es usado para hacer relaciones públicas. Algo similiar sucede con las mesas de postres: la gente circula entre ellas con un especial buen humor. “Los espacios más informales suelen ser los mejores para iniciar charlas con desconocidos”, dice el especialista en Comunicación. Entonces, aprovechalos.
Usá un rompehielos
Si estás con una mujer, observá su look y elogiá un detalle que te guste, como los aros, los zapatos o la cartera. Seguramente ese sea el comienzo de una amistad (o, al menos, de una larga charla). “Cuando tu interlocutor es un varón, cualquier comentario sobre fútbol sirve para iniciar una conversación relajada, siempre y cuando después puedas sostener una charla en torno a ese tópico”, dice Anzorena. No hace falta que seas la versión femenina de Alejandro Fantino, pero tenés que manejar una mínima información sobre fútbol. Entonces, antes de ir a la reunión, memorizá qué equipos encabezan la tabla de posiciones del campeonato local. Podés pasar un muuuy buen rato.


					

















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