Siento que todo da vueltas”, “veo los objetos inclinados ”, “es toy muy mareada y tengo náuseas”. El vértigo puede describirse de muchas maneras, pero se caracteriza básicamente por la pérdida del equilibrio. Este cuadro es capaz de limitar seriamente tu vida laboral y la social: vivís con miedo de sufrir un episodio. Generalmente, no sabés cuál es su causani cómo controlarlo.
Por qué aparece
El vértigo no es una dolencia, sino el síntoma de una enfermedad. “Es una manifestación que ocurre a causa de otro mal, por eso hay que consultar al médico de inmediato”, advierte el neurootólogo y neurofisiólogo Sergio Carmona, jefe del Servicio de Neurootología del Instituto de Neurociencias de Buenos Aires (ineba.net). Esta manifestación se caracteriza por la sensación de giro, de traslación, de inclinación del cuerpo o de lateropulsión (una dificultad para recuperar el equilibrio tras ser empujado). El malestar puede durar desde segundos hasta días enteros, y estar acompañado por náuseas, debilidad, diarrea y transpiración. También suele presentarse asociado a zumbidos en los oídos, pérdidas auditivas o sensación de oído taponado.
El vértigo puede deberse a la presencia de partículas o de sustancias en los oídos, a inflamaciones de nervios o a la llamada “migraña vestibular”. Se necesita un diagnóstico certero para dar con la solución adecuada, ya que también existen causas psicológ icas (el vért igo psicógeno está relacionado con el estrés, la tensión emocional, la ansiedad
o la depresión).
Gira, todo gira
Aunque suele creerse que este tipo de malestar es producto de una contractura cervical, no es así. “Debemos erradicar ese mito. Una persona que sufre vértigo está contracturada, pero no sucede a la inversa”, aclara Carmona.
El vértigo está vinculado con los ataques de pánico. “Algunos de estos episodios incluyen varios síntomas que pueden ser confundidos con vértigo. Un tercio de los pacientes que consultan por este síntoma en realidad tiene un trastorno de ansiedad. Paradójicamente, esa sensación de desequilibrio genera mucha tensión, lo que puede causar una crisis de ansiedad”, explica Carmona.
Según las estadísticas de El Club del Mareo (elclubdelmareo.com.ar), el 70% de las personas que sufren este mal se recupera. Entre el 20% y el 30% presenta una recurrencia en forma periódica durante años.
Los especialistas advierten que no hay que resignarse a vivir con esta alteración: no solo está en juego la calidad de vida, sino que quizá se ignore la alerta sobre un problema serio de salud. “El vértigo y los mareos son síntomas que pueden anunciar un accidente cerebrovascular. Entre un 20% y un 25% de los pacientes que lo sufren puede desarrollar un ACV”, advierta Carmona.
Un médico clínico debería evaluarte. Si el síntoma se repite o se prolonga, o si no te dan un diagnóstico preciso, conviene que te vea un especialista en neurootología: esta subespecialidad médica se ocupa de los trastornos del equilibrio (vértigos y mareos).
La recuperación
El tratamiento puede incluir fármacos o kinesiología, de acuerdo al diagnóstico. Buenas noticias: “Dentro de los avances recientes debemos destacar la curación de los tipos de vértigos más comunes”, dice Carmona.
Cuanto antes consultes al médico, menos posibilidades habrá de que el cuadro se agrave o de que genere fobias o trastornos de ansiedad. El vértigo no mata, pero afecta tu calidad de vida. No te acostumbres a vivir mareada.
























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