Los treinta y pico grados de enero nos afectan a todos, pero a los hombres nos pegan diferente. Debo avisarte esto, antes de que se produzcan entredichos con tu novio por encontrarlo con la cabeza metida en el freezer durante largos períodos. La idea es que sigas tan unida a él como siempre (aunque, en esta época, un poco menos, a causa del calor).
COMO HOMERO
Por ejemplo, cuando tu pareja vuelva del trabajo, no lo abraces ni lo beses colgada del cuello. ¡No! Lo que él más quiere es meter toda la ropa en un canasto y tomarse una cerveza en el sillón (el plan B es comerse un kilo de helado). Pensá que un apretuje con este calor es como convidarle guiso de lentejas en medio del desierto.
Probablemente, en estos tiempos estivales aprovechás para usar muchos accesorios y prendas de colores vivos y alegres. Bueno, él va a pasar todo el verano con el mismo “monoconjunto”: bermudas, ojotas y musculosa. Si lo llevás a un cumpleaños, quizá acceda a ponerse una chomba, en señal de respeto por el protocolo del evento. Pero después va a volver a vestirse como Charlie, de Two And a Half Men (antes de que a Sheen lo echaran de la serie).
Con toda firmeza, tu chico no es taaan amigo del aire acondicionado como vos. Seguramente, le alcanza con el ventilador de techo o de pie (no importa de dónde venga el aire), al mejor estilo Humphrey Bogart en Casablanca. Por eso, no te conviene atosigarlo con descensos bruscos de temperatura, menos cuando están haciendo “cositas” (pensá que él, ante ese rigor climático, tiene que mantenerse hot).
Por otro lado, no creas que va a renunciar a su partido de fútbol semanal porque el termómetro marque 30 grados. Pero tené en cuenta que, si al bajar en el ascensor ya transpira, es muy posible que vuelva hecho una sopa del partido. Te sugiero que lo envíes directo a la ducha, como
una encomienda.
COLD WATER
Hablando de duchas, debo decirte que nosotros ignoramos la canilla roja durante toda la temporada. O sea, nos damos baños de agua fría, al mejor estilo cosaco. Te aviso porque cualquier chica Cosmo (bah, cualquier chica) mantiene el agua hirviendo todo el año, y si querés sorprenderlo metiéndote en la bañadera mientras se ducha, podés encontrarte con lluvia de deshielo.
UN MACHO NO USA PARAGUAS
Ni qué hablar si se desata el típico chaparrón veraniego: cualquier macho sigue caminando como si nada por la calle, ya que la lluvia es el mejor alivio contra el calor. No queremos salir corriendo en busca de un taxi o de un techo, al igual que ustedes, que les agarra pánico como si se produjera un derrumbe. Así que no lo agarres de la mano desesperada. Mejor, dejalo empaparse.
Por último, no descartes que tu novio, afectado por los rayos solares, se meta en la peluquería y salga al rato con el look de los Wachiturros. En ese caso, no tomes decisiones drásticas, como pedirle un tiempo (hasta que vuelva a tener un aspecto de ser humano normal). Pensá que siempre que llovió, paró, y siempre que hubo un verano, le siguió un otoño…






















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