Encanto norteño

Si querés disfrutar de un viaje inolvidable, hacé las valijas y visitá Jujuy. Sus paisajes soñados te van a sorprender.

Por Florencia Illbele. FOTOS: FLORENCIA ILLBELE. GENTILEZA HOTEL MANANTIAL DEL SILENCIO.

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Encanto norteño

Si tenés ganas de tomarte vacaciones con tu chico o con amigas en un lugar diferente, visitá Jujuy, donde podés combinar aventura, diversión y relax.

Primera estación: Purmamarca
Tu punto de partida tiene que ser Purmamarca, un pequeño pueblo ubicado a 65 kilómetros de San Salvador de Jujuy. Para llegar, debés tomar una combi desde el aeropuerto, que sale $ 35 y  que demora, aproximadamente, una hora y media. ¿Su principal atractivo? Poder admirar en el  camino el Cerro de los Siete Colores, un maravilloso paisaje natural que se impone a espaldas de  la ciudad y que es uno de los destinos más visitados de la Quebrada de Humahuaca (declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO). Se lo bautizó con ese nombre porque fusiona  diferentes tonalidades de marrón, rojo y anaranjado, conformadas por los sedimentos que fueron depositándose allí durante siglos. Aunque se le adjudican siete colores, en realidad son muchos más… todo depende del horario en que vayas y de cómo los destaque la luz del sol. Tenés la opción de recorrerlo a pie o en auto, ya que es un paseo de tres kilómetros que puede hacerse sin necesidad de contratar un guía de turismo. Cuando comiences el ascenso, el primer hito es el  cementerio, un lugar donde el silencio campea entre las tumbas que van sucediéndose por la sinuosa ladera del cerro. Si sos curiosa, tomate unos minutos para conocerlo: vas a sorprenderte con la originalidad de sus construcciones diseñadas para honrar a los difuntos. ¿Un consejo? En caso de que decidas hacer el ascenso por la tarde, llevá un abrigo, porque suele refrescar. Eso se debe a la gran amplitud térmica que caracteriza a la provincia.
En Purmamarca reina la calma. Las calles de tierra, las veredas angostas y la calidez de los lugareños hacen de este pueblo el lugar perfecto para bajar un cambio y ganar tranquilidad. Si te copa la arquitectura, frente a la plaza principal podés visitar la Iglesia de Santa Rosa de Lima. Su construcción pertenece al siglo XVII y fue declarada Monumento Histórico Nacional. A pocos metros, está el emblemático Cabildo. Reinaugurado hace más de dos años, es uno de los diez cabildos tradicionales que quedan en el país.
¿Sos una apasionada por las compras? Si bien Purmamarca no es un lugar para hacer shopping, en el centro hay ferias donde venden productos regionales, como ponchos de lana de vicuña y de llama, bufandas, guantes y gorros coloridos, tapices y mantas tejidos a mano, collares, aros y pulseras de alpaca y de plata. Además, es el punto de encuentro de los jóvenes, que comparten charlas, mates y guitarreadas, con una magnífica vista al cerro.
En la noche jujeña también hay movida. A pocas cuadras del centro está La Diablada, un restobar donde, además de cenar a la luz de la velas, podés disfrutar de música en vivo. También tiene un patio desde el que tenés la posibilidad de apreciar las montañas mientras te deleitás con los típicos platos de la cocina jujeña, como las humitas, los tamales, las empanadas o la carne de llama. Si querés un poco más de acción, andá a El rincón de Claudia, una de las peñas más populares visitada por turistas de todo el mundo. Hay música, vinos regionales a precios económicos y exquisitos menús tradicionales.

Próxima parada: Tilcara
A solo 25 kilómetros de Purmamarca está Tilcara, una pequeña ciudad a la que también se la conoce como la capital arqueológica de Jujuy. Para adentrarte en la historia de este pueblo, no dejes de visitar el Pucará. Es la reconstrucción de una fortaleza aborigen que representa los antiguos asentamientos de las tribus (indios Tilcara) que vivieron allí. La recorrida puede durar alrededor de dos horas y cuesta $ 15. Cuando llegues a la cima, vas a encontrar la pirámide sin punta: es el monumento en homenaje a los arqueólogos Juan Bautista Ambrosetti y Salvador Debenedetti, que descubr ieron el lugar. La vista desde allí es inigualable, así que quedate a ver el
atardecer.
En Tilcara las casas son bajas, están construidas con piedras y rodeadas por cardones. Estas plantas, que están presentes en casi todos los rincones de la ciudad, acumulan hasta 40 litros de líquido en su interior y su madera es utilizada para realizar trabajos artesanales, como  portarretratos y llaveros. Su máxima concentración está en la Posta de los Hornillos, ubicada en la Quebrada de Humahuaca.
Si bien es una localidad pequeña, en Tilcara hay más movimiento comercial que en Purmamarca. La mayoría de las tiendas está en la plaza principal, que durante el día alberga a la Feria  Artesanal. En sus alrededores, hay restaurantes y museos, está el Banco del pueblo, la Iglesia y el Mercado Municipal, donde podés conseguir todo tipo de frutas y verduras orgánicas a precios  supereconómicos. Los lugareños recomiendan el mango de yuto y el cuaresmillo (un durazno pequeño cuyo nombre refiere a la época de cosecha: la Cuaresma). ¿Te gustan la pintura y la fotografía? Entonces pasá por el Museo Irureta, donde vas a apreciar más de 260 obras alucinantes. Funciona de martes a domingo, de 10:00 a 13:00 y de 16:00 a 19:00, y la entrada cuesta $ 4.
Si tenés ganas de hacer un programa diferente, animate a participar de la Caravana de llamas. ¿De qué se trata? Es una caminata junto a este animal característico de la región. Podés hacer un paseo corto por los lugares más pintorescos y terminar con una merienda con mate y bizcochos. La duración es de una hora y el precio por persona es de $ 120. Si sos más aventurera o vas con tu grupo de amigas, te conviene hacer una caminata desde el corral hasta la Laguna de los Patos, en Cerro Chico. Incluye un almuerzo al aire libre con vinos de Bodegas Boutique, picada de quesos y frutas de estación. Dura cuatro horas y el precio por persona es de $ 250. Tené en cuenta que este tipo de excursiones son con aviso previo, así que reservá tu lugar con uno o dos días de anticipación. Para más información, ingresá a caravanadellamas.com.ar

En Tilcara también hay vida nocturna. El lugar más recomendado es Lapeña de Carlitos, un   restobar donde podés probar papines andinos, cazuelas de cabrito y empanadas de choclo con queso de cabra. Además, se hacen shows donde se cuentan historias y leyendas de la Quebrada, con la música típica del lugar. Si vas a viajar en verano, acordate de que en febrero se festeja el famoso Carnaval jujeño (desde el 9 hasta el 12). Son días de pura celebración, en los que las comparsas recorren las calles del pueblo. Durante las noches, los festejos se extienden a las plazas, que se llenan de jóvenes hasta el amanecer.

Jujuy tiene mucho: montañas, salinas, arquitectura, paisajes y mucha diversión. No esperes más y planificá tu viaje para conocer la provincia.

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