¿Adónde pretende llevarte u chico para el aniversario? La pregunta no es menor: el lugar en cuestión revela más lo que él piensa sobre la relación que lo que puede decirte, porque los hechos son mucho más esclarecedores que las palabras, a las que se las lleva el viento o, incluso, el ladrón del collar de Moria. Chequeá, entonces, con cuál de las siguientes situaciones te sentís identificada para descifrar qué pasa por su cabeza.
¿Cuál es el plan?
Suponé que quiere llevarte “al lugar de siempre”, ese en el que se conocieron o tuvieron su primera cita, y que es fundacional de la pareja. En este caso, es obvio que quiere rendirle homenaje al sitio que vio nacer la unión amorosa. Hasta ahí, todo bien. Pero también puede que se remonte al pasado porque siente que lo mejor del noviazgo ya pasó. Es decir, la actualidad no le resulta tan copada en comparación con aquellos tiempos ideales. Ojo al piojo: tal vez sea nostalgia y no amor actual.
Otro cantar es que te proponga ir a un lugar nuevo. Seguramente, quiere sorprenderte y ver tu reacción ante terrenos desconocidos. Si se trata de un restaurante de comida étnica, tené cuidado de no agarrarte un exótico dolor de estómago que te deje knock out para cualquier cosa posterior, especialmente lujuriosa. Por eso, optá por una ensalada clásica, pero de esas que no dejan souvenirs de hojas verdes entre los dientes.
Si te lleva a un restó caro de Puerto Madero, es porque tu media naranja quiere reventar la tarjeta de crédito como modo de celebrar la relación. Él antepone lo sentimental a lo material: no le importa cuánto gasta, sino el hecho de estar con vos. Todo bien, salvo que realmente destroce la tarjeta y no tenga para la nafta de regreso. La cuestión es que desea tirar la casa por la ventana. Diferente es que él sea un magnate y simplemente quiera comer en el lugar de siempre. En ese caso, pedile una joya cara o un departamento de regalo, je.
No descartes que el muchacho te proponga caminar unos pasos hasta la esquina, como en cualquier cita. Advertencia: acá, la relación estaría a unos 10 o 15 minutos de terminar (¡justo en la misma fecha en que comenzó!). Debo decirte que a tu novio no se le ocurrió mejor opción porque tiene la cabeza en otra cosa, porque quiere que el momento pase rápido o porque se gastó el sueldo en el bingo y no se anima a decírtelo. Esto amerita una cara de traste.
¿Te sugiere cenar en la casa de los padres? Si pensabas que no había una alternativa peor que la anterior, atajate. La interpretación es clara: el chico es muy apegado a la vieja y te ve como una prolongación de ella. Por eso, nada mejor que juntarlas en su aniversario. Tenés derecho a mandarlo al psicólogo (o al programa de Cathy Fulop) hasta que deje de repetir que las milanesas de la mamá son las mejores.
Por último, cabe la posibilidad de que directamente se olvide de la fecha. Esperá a que llegue el día, confirmá que no tiene la menor idea del aniversario y hacele una escenita, como vos sabés. Seguro, va a sentir culpa durante mucho tiempo y te va a tratar como una reina hasta que se te pase el enojo. Sin dudas, ¡eso va a mitigar cualquier problema de pareja!












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