Violeta no para un segundo. Sus días son intensos y se reparten entre la tevé y el teatro. "Disfruto de hacer ambas cosas. Si bien la televisión es muy demandante, funciona como un buen entrenamiento a nivel actoral. El teatro me apasiona. Por eso, además de dar clases de actuación con Luciana Lifschitz, siempre trato de hacer alguna obra", revela. Una actriz completa que dejó de ser "la hija de" (el actor Mex Urtizberea) para construir su propio camino. De novia desde hace dos años, aquí revela los detalles de su gran presente.
Gaby, tu personaje de Graduados, fue histriónico. ¿Te identificás con él?
Poco; es opuesto a mí. Solo compartimos el tono de voz (risas), no la personalidad. Gaby era muy interesada. Yo, en cambio, tengo un perfil bajo, soy más prudente y vergonzosa. Me importa mucho la mirada del otro.
En Graduados estabas siempre coqueta. ¿Sos así en tu vida?
Sí, pero no tengo el mismo look que Gaby. Me copan los vestidos que me dan las asistentes de vestuario, pero no los usaría para mi vida cotidiana: hay polleras muy cortas o ropa muy ajustada que me encanta, aunque no para salir a la calle. Prefiero lookearme con un jean y una camisa. Sí le doy importancia al calzado. Por lo general, intento usar zapatos de taco alto o con plataforma. Soy de las que piensan que estar un poco más elevada del piso te coloca en otro lugar y que, por supuesto, te estiliza.
¿Te matás en el gym?
No. Lo último que haría es encerrarme en un gimnasio a repetir ejercicios. Por eso, salgo a andar en rollers con mis amigas. Vamos al Rosedal dos veces por semana y, de paso, aprovechamos para ponernos al día mientras hacemos un poco de deporte. Me divierte mucho.
A la hora de conquistar a tu novio, ¿cuál fue tu arma de seducción?
Me fascina charlar. Soy la típica mina que se queda hablando en un bar hasta que se va todo el mundo. Creo que soy buena para la conversación y, por eso, me puedo conectar con alguien desde ese lado. Si hay una linda charla, lo más probable es que haya química.
¿Sos cariñosa?
Mi novio dice que no, que soy una heladera (risas). La verdad es que no me caracterizo por ser muy demostrativa, pero en el fondo soy sensible y trato de estar siempre presente. No suelo besuquear a mi chico durante todo el día, pero sí estoy al pie del cañón cuando me necesita y, además, soy muy compañera.
Leé la nota completa y enterate de los proyectos de Viole, en revista Cosmo de diciembre.
