"Afortunada"... Esa fue una de las primeras palabras que Verónica se preocupó por volver a pronunciar después desufrir un accidente cerebrovascular (ACV), en 2009, que la dejó al borde de la muerte y con dificultades para hablar, producto de la afasia. Y, realmente, no hay otro adjetivo que la describa mejor, porque su historia de vida demuestra que, aún en los peores momentos, se puede salir adelante.
Hace tres años, luego de recibirse de profesora para chicos sordos, empezó a trabajar como modelo publicitaria y a participar en programas televisivos para ganar más dinero. Paralelamente, volaba a Chile con frecuencia para presentarse en distintos ciclos de tevé. En uno de esos viajes, comenzó a sentir fuertes dolores de cabeza y quedó inconsciente en el avión. Al llegar a Buenos Aires, perdió la visión de un ojo y, así, con 29 años, sufrió un ACV, del que solo un 4% de las personas se recupera. "Tuve un derrame en el lado izquierdo del cerebro, en la misma zona que Gustavo Cerati. Estuve 15 días en coma y tardé otros 15 en despertarme. En el medio, como una de las drogas del tratamiento me provocó efectos adversos, tuvieron que sacarme la mitad del cráneo para aliviar la presión de la sangre. Mi salud empeoró, al punto de que le dijeron a mi familia que se despidiera de mí porque me iba a morir", cuenta.
Finalmente, gracias al aporte que hizo un médico a último momento, su historia se revirtió. Sin embargo, nadie entendía cómo una chica joven, que tenía un estilo de vida saludable, había padecido un problema como ese. "El detonante fueron unas pastillas anticonceptivas que tomaba, no como método de protección sexual, sino porque me dejaban la piel y el pelo divinos. Lo más loco es que en el prospecto decía que podían provocar un ACV, pero yo no le di bolilla. Por eso, es bueno concientizar a las mujeres sobre su uso responsable",confiesa, y recuerda que el 29 de este mes es el día mundial del ACV. "Si te duele la cabeza, tomás un calmante y los dolores persisten, o si sentís que se te duerme una parte del cuerpo, no dudes en ir al médico", aconseja.
A medida que relata su historia, Verónica remarca constantemente: "Esto que te digo me lo contaron", para demostrar que hay una parte de su vida que solo la conoce de oído. "Me acuerdo que cuando finalmente me desperté del coma, me vi en un espejo con el pelo rapado y lo primero que pensé fue:´Estoy loca, en un manicomio´. Cuando me tranquilicé, me explicaron lo que me había sucedido. Como no podía creerlo, tuvieron que mostrarme fotos de cuando estaba entubada en la cama del hospital", dice.
Durante un año, debió usar un casco de bicicleta para proteger su cerebro de cualquier golpe, ya que estaba sin parte de su cráneo, y realizar una ardua rehabilitación para recuperar el habla y la movilidad del lado izquierdo de su cuerpo. Estaba peleando para salir adelante cuando la vida le dio dos golpes duros: su padre murió de una trombosis intestinal y su hermano Gabriel, de un paro cardíaco. "A pesar de esas pérdidas, valoré el hecho de que estaba viva y sentí que no debía bajar los brazos. Claro que la contención de mis amigos, de mi familia, de mi ex marido y de mi novio fueron fundamentales para que pudiera superar esos trances", revela.
Su caso es digno de una telenovela, de esas en las que a partir de un conflicto, la trama se desarrolla con tropiezos y tragedias hasta alcanzar un final feliz. Hoy,luego de aprender nuevamente a leer y aescribir, Verónica es feliz cada vez que sale a la pista de Bailando por un sueño. "Sinceramente, volví a nacer. Disfruto al máximo de todo y vivo con alegría el hecho de estar en el programa de MarceloTinelli", afirma la modelo de la agencia Multitalent.
"Toda una guerrera", como le dijeron los médicos cuando le dieron el alta, aquí nos cuenta más sobre su historia, revela cómo se siente luego de que algunos periodistas la acusaran de fingir sus dificultades para hablar y confiesa cuáles son las claves para levantarse después de una caída.
Cosmo: ¿Cambiaste la manera de ver la vida luego del accidente? Verónica: Sí, muchísimo. Hoy disfruto a pleno del día a día. Recuerdo que antes vivía preocupada por proyectar mi futuro. Cuando tuve el ACV, estaba estudiando locución porque pensaba: "Cuando se me caiga la cola y no pueda hacer más publicidades, tengo que estar preparada para ganarme la vida de otra forma". Además, aceptaba varios trabajos a la vez para ahorrar más dinero. Vivía aceleradísima y, al final del día, me daba cuenta de que no disfrutaba de nada. Aprendí que eso no sirve porque hoy, tres años después, no solo no se me cayó la cola, sino que encima salgo ultraligera de ropa en Bailando por un sueño. Por eso, no hay que estresarse por cuestiones sin sentido. La clave para ser feliz es perseguir lo que soñás, sin amargarte si las cosas no salieron como esperabas. A la larga, todo llega.
C: Dijiste que el detonante del ACV fueron unos anticonceptivos que tomabas por cuestiones estéticas. Después de tu accidente, ¿aprendiste a dominar las típicas inseguridades femeninas? V: Seguro, ya no me hago drama por la celulitis y tampoco tengo pudores con mi cuerpo. De hecho, cuando hice el stripdance en el programa, no me inhibió quedarme en lolas. Ahora me arriesgo a todo y no tengo límites. Obvio que me gusta cuidarme y estar linda, pero lo más importante es sentirme bien internamente. Es decir, no podés amargarte por los rollitos o por los granitos, porque si vivís preocupada se te nota en la cara y no estás divina. En cambio, si estás contenta, alegre y feliz, irradiás belleza y llamás la atención de los hombres. Si sos segura, enamorás a cualquiera, pero si dudás de vos, ¿a quién vas a seducir?
C: Con las secuelas que tuviste, ¿te costó recuperar la femineidad? V: Sí. Pensá que durante un año tuve que salir a la calle con un casco de bicicleta para taparme las heridas. Me acuerdo que vivía en jogging y cuando mis amigas venían a casa, les regalaba mi ropa y mis maquillajes porque no me interesaba producirme. También estuve un año para volver a disfrutar plenamente del sexo con mi novio. Hoy, después de atravesar eso, me siento más segura y femenina. Creo que esa actitud, sumada a mi fuerza interior, a mi optimismo y a la energía que le pongo a todo, es lo que más enamora a mi chico de mí.
C: ¿Es cierto que atravesar momentos difíciles te puede unir más con tu pareja? V: Totalmente. En mi caso, cuando tuve el ACV, recién empezaba a salir con Juan, mi actual pareja, y él se quedó conmigo hasta que me desperté del coma. Eso nos unió muchísimo. Cuido mucho mi relación, porque él fue fundamental en mi recuperación. Mi chico, además de tener unos ojos que me encandilan, tiene mucho sentido del humor. Para mí, eso es super importante. Si tiene pancita, no me afecta, pero que me haga morir de risa es básico. Además, es caballero, me regala flores y está en todos los detalles. Me encantaría formar una familia con él.
Leé la nota completa en Cosmo de octubre
PRODUCCIÓN: INÉS CHAVANNE Y LUCÍA DI NUCCI. MAQUILLÓ: SOLE CASTRO.PEINÓ: CLARA LUELMO. VESTUARIO: SISTERS SOLNICKY Y KOSIUKO. AGRADECIMIENTO: ROONEY?S BOUTIQUE HOTEL (WWW.ROONEYSBOUTIQUEHOTEL.COM).
